Así, el PSC se enfrenta siempre al inevitable dilema de tener que satisfacer las demandas de un colectivo a costa de defraudar las del otro. Ante este panorama, ¿a qué colectivo ha decidido tradicionalmente contentar el PSC? La lógica numérica nos haría pensar que este partido optaría por atender las demandas de los españolistas, pues dos de cada tres votos que recibe este partido suelen provenir de este colectivo. No obstante, hasta hoy el PSC ha preferido presentarse con un perfil más cercano a la minoría catalanista y, en consecuencia, desatender las preferencias de la gran mayoría de su electorado.
Esta tradicional falta de representatividad del PSC no es un tópico alimentado por las trincheras mediáticas conservadoras de Madrid. Los escépticos solo tienen que recurrir a las encuestas demoscópicas para comprobarlo. Por ejemplo, según datos del CIS de las anteriores elecciones catalanas, el PSC se alejaba apenas 0,4 puntos del electorado de origen catalán en la tradicional escala nacionalista (0 -mínimo nacionalismo- al 10 -máximo nacionalismo-), pero la distancia era tres veces mayor (de 1,5 puntos) con respecto a su electorado castellanohablante de origen no catalán. Este fenómeno no es nuevo, pero el alejamiento del PSC de sus bases españolistas parece haberse acentuado tras la experiencia de los Gobiernos del tripartito y el proceso de reforma del Estatut.
¿Por qué el PSC ha decidido tradicionalmente desatender las preferencias de la gran mayoría de su electorado? Los expertos generalmente nos ofrecen dos explicaciones. La primera, quizás la más periodística y anecdótica, es buscar sus causas en cómo se gestó este partido a finales de los años setenta. El PSC nació principalmente de la unión de tres partidos: el PSC-Congrés, el PSC-Reagrupament (ambos de tendencia catalanista) y la Federación Catalana del PSOE (de tendencia más españolista). Por distintos motivos, en el proceso de fusión de las tres formaciones políticas, el sector catalanista se impuso al sector proveniente de la antigua Federación Catalana del PSOE. Los ex miembros del PSC-Congrés ocuparon mayor presencia entre delegados y cuadros dirigentes y, con ello, se marcó el perfil catalanista del partido que conocemos hoy día.
Una segunda explicación es que el PSC se ha aprovechado de la existencia de un fallo en la oferta del mercado electoral catalán. Tradicionalmente no ha habido ningún partido de izquierda no nacionalista, lo que permitía al PSC acercarse a posiciones más catalanistas sin perder excesivos votantes españolistas. El resto de formaciones políticas del panorama político catalán (incluyendo a Iniciativa-Verds) resultaban poco atractivas para este electorado, pues se alejaban aún más de sus preferencias. A lo sumo, los votantes españolistas descontentos podían optar por quedarse en casa y no acudir a las urnas.
Estos dos argumentos no parecen ayudar del todo a explicar por qué el PSC es más "catalanista" de lo que la mayoría de su electorado quisiera.
En primer lugar, la explicación de que el catalanismo del PSC es fruto de un capricho histórico no parece pasar de la anécdota. Esta explicación no nos ayuda a entender por qué las élites socialistas del sector españolista -que gozan de la mayoría del apoyo electoral- no han batallado a lo largo de estos 30 años con mayor beligerancia para imponer sus tesis.
En segundo lugar, la explicación sobre la existencia de un fallo de mercado no parece ya sostenible en la coyuntura actual. El escenario político catalán de los últimos años ha cambiado sustancialmente con la aparición de nuevos partidos de izquierda no catalanista como Ciutadans o UPyD. Y, a pesar de ello, la gran mayoría de votantes socialistas españolistas descontentos no parecen haber encontrado refugio en estas nuevas formaciones políticas.
La explicación más convincente sobre el tradicional perfil catalanista del PSC es la existencia de diferentes "elasticidades" entre los votantes socialistas catalanistas y españolistas. Por elasticidad me refiero a la propensión de los ciudadanos a cambiar su voto en función de los planteamientos ideológicos que ofrecen los partidos políticos. Existen poderosos indicios de que los votantes socialistas españolistas presentan una menor elasticidad que los catalanistas. O dicho de otra forma, los españolistas seguirían votando al PSC al margen de si este partido se acerca o aleja de sus posiciones ideológicas. En cambio, los catalanistas son más sensibles a la ideología del PSC: estos fácilmente dejarían de votar a este partido si decidiera alejarse demasiado de su ideario.
Las diferentes elasticidades de estos dos colectivos quedan reflejadas en datos recientes del CIS. Por un lado, los socialistas españolistas declaraban justo antes de las elecciones del 28-N que estaban dispuestos a votar solo al PSC. A pesar de que se sentían más cercanos ideológicamente a Ciutadans o UPyD en la dimensión nacionalista, prácticamente todos ellos coincidían en considerar que nunca votarían a esos partidos. Además, casi la mitad de ellos afirmaban que, con toda seguridad, siempre votarían al PSC. Por otro lado, los socialistas catalanistas se mostraban menos leales a este partido, pues el porcentaje de los que siempre votarían al PSC se reducía a apenas un 20%. Como consecuencia, este colectivo era menos reacio a cambiar su voto a favor de otras formaciones políticas (sea ICV, CiU o ERC). Solo una minoría de los socialistas catalanistas (alrededor de un tercio) asegura que nunca votarían a estos tres partidos.
En definitiva, los datos sugieren que los catalanistas tienen una mayor predisposición a condicionar su voto en función de la oferta ideológica que el PSC ofrece. En cambio, los españolistas son votantes cautivos: haga lo que haga el PSC, muy probablemente le seguirían votando.
La baja elasticidad del electorado españolista es un producto del elevado grado de identificación partidista de este colectivo. En efecto, este colectivo tiene una mayor vinculación emocional con el PSOE (y por extensión con el PSC). Mientras que el sentimiento de pertenencia a este partido representa un valor arraigado a su identidad política, no ocurre lo mismo entre los catalanistas. Estos votarían al PSC por cuestiones más racionales o siguiendo criterios de coste-beneficio (según si el partido ofrece las políticas que desea) y no tanto por cuestiones emocionales o de identidad política.
Aún es pronto para valorar cómo se comportaron los votantes españolistas y catalanistas en las elecciones del 28-N. No obstante, un primer análisis de los resultados electorales parece indicar que en esta ocasión el PSC ha sufrido fugas de todas partes. Entre sus votantes españolistas, algunos decidieron no acudir a las urnas y algunos otros se dejaron seducir por el discurso anti-inmigración del PP (y del xenófobo PxC). Sin embargo, la mayor parte de las fugas probablemente provinieron del sector catalanista, que en esta ocasión habrían optado por votar a CiU. De hecho, una ojeada a los datos a nivel comarcal indica que las pérdidas del PSC están especialmente correlacionadas con las ganancias de CiU, lo que sugiere que la debacle socialista se debe en gran parte a la deslealtad del sector catalanista.
El PSC tiene ahora la difícil tarea de redefinir su perfil ideológico para recuperar parte del electorado perdido. Y los datos apuntan que esta tarea será más ardua en el caso del voto catalanista. Este es y seguirá siendo menos leal al PSC y condicionará más su voto a las propuestas que el partido ponga sobre la mesa.
Es previsible, pues, que los líderes socialistas acaben considerando como estrategia más racional reforzar el perfil catalanista del partido. Y, con ello, el PSC se verá obligado, una vez más, a desatender las preferencias de la mayoría de su electorado.
Lluís Orriols es profesor de Ciencia Política en la Universidad de Girona.
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El cálculo de probabilidades diría que, con tanta descendencia, era candidato a tener más problemas de los que he tenido. Se puede afirmar que los hijos han salido bien. Todos son nacionalistas y trabajadores
El libro de memorias de Jordi Pujol (Memorias. Historia de una convicción. Ed. Destino 2008) no sorprende excesivamente a su lector e incluso, por momentos, deja cierto sabor a decepción entre quienes esperan novedosas "confidencias políticas" de uno de los líderes políticos españoles más destacados de las últimas décadas. Aún así, se trata de una obra útil para conocer el ideario político de Jordi Pujol; en él, se incluyen y comentan numerosos extractos de sus escritos políticos de juventud. En estos textos descubrimos a un Pujol ante todo patriótico con una fuerte influencia católica y cierto coqueteo con la socialdemocracia. Pero en estas memorias descubrimos especialmente a un Pujol más preocupado por "fer país" (construir país) que por hacer carrera explícitamente política. Sus actividades antes de la llegada de la democracia no sólo se centran en la conspiración política sino sobre todo en la ferviente dedicación por construir un tejido cultural catalán(ista) que marcara la personalidad nacional de Cataluña.
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De “lengua propia” a “lengua común”
Una de las principales críticas que ha recibido la política lingüística en Cataluña ha sido que ésta no ha tratado con igualdad a sus dos lenguas oficiales. Las autoridades lingüísticas catalanas siempre han recurrido al término “lengua propia” para legitimar la predominancia del catalán por encima del castellano en la vida pública de esa comunidad. El artículo 6 del Estatuto de Cataluña estipula: “la lengua propia de Cataluña es el catalán. Como tal, el catalán es la lengua de uso normal y preferente de las Administraciones públicos y de los medios de comunicación públicos de Cataluña, y es también la lengua normalmente como vehicular y de aprendizaje en la enseñanza”. El elemento histórico es el que confiere al catalán el atributo de lengua propia. Según la Declaración Universal de los Derechos Lingüísticos de la UNESCO, la lengua propia “hace referencia al idioma de la comunidad históricamente establecida en este espacio”. Al margen de lo confuso que puede llegar a ser el concepto de “lengua propia”, para los nacionalistas éste justifica que catalán tome un rol preferencial en la vida pública de la comunidad.
El manifiesto en defensa por una lengua común utiliza como elemento legitimador para la predominancia del castellano sobre las lenguas regionales el hecho de que se trata de una lengua común en todo el territorio español. Así, se sustituye el argumento de “lengua propia” por el de “lengua común”. En efecto, aunque en muchos territorios hay dos lenguas oficiales, “sólo una de ellas es común a todos”. Y, según se desprende del manifiesto, el hecho de que el castellano sea oficial en todo el ámbito nacional confiere a esta lengua un plus de legitimidad en los territorios que comparte oficialidad con otras lenguas regionales. El manifiesto pide que se excluya la posibilidad de que la lengua catalana sea exclusiva en la educación o en la rotulación en las instituciones públicas. Pero no hace lo mismo con el castellano. La asimetría de trato entre dos lenguas co-oficiales se justifica, en esta ocasión, con el argumento de que una es de ámbito nacional y la otra regional.
Tanto la actual política lingüística catalana como el modelo propuesto por el manifiesto en defensa de la lengua castellana usan algún atributo de la lengua (bien sea “propia”, bien sea “común”) para legitimar la preeminencia de una lengua oficial por encima de la otra. Sin embargo, ¿por qué los derechos lingüísticos de los castellanohablantes de Girona deberían estar influidos por el hecho de que el catalán sea la lengua más vinculada históricamente a su región? Y, de forma similar, ¿por qué los catalanohablantes de l’Hospitalet deberían tener derechos distintos por el hecho de que el castellano es oficial en otras comunidades?
¿En qué lengua debe hablar la administración pública?
El debate sobre qué lengua debería hablar la administración pública catalana se presenta como un conflicto aparentemente inevitable entre dos derechos: 1) El derecho de los catalanohablantes a poder expresarse y ser atendidos en su lengua y 2) el derecho de los ciudadanos españoles que no conocen la lengua catalana a opositar con igualdad de condiciones.
El modelo actualmente vigente en Cataluña es el de priorizar el primer derecho a costa del segundo. Según el artículo 11 de la Ley de Política Lingüística de Cataluña, los aspirantes a una plaza en la administración de esa comunidad deben acreditar el conocimiento de la lengua catalana, tanto en expresión oral como escrita. Si bien este requisito garantiza una administración bilingüe, también representa una vulneración del segundo derecho.
Esta es una de las principales críticas al modelo catalán que desde hace tiempo muchos de los impulsores del manifiesto sostienen. La nueva propuesta recogida en el manifiesto para salvar este conflicto de derechos es la siguiente: "En las autonomías bilingües, cualquier ciudadano español tiene derecho a ser ATENDIDO INSTITUCIONALMENTE EN LAS DOS LENGUAS OFICIALES. Lo cual implica que en los centros oficiales habrá siempre personal capacitado para ello, no que todo funcionario deba tener tal capacitación".
La pregunta que conviene hacernos es si es posible garantizar una administración bilingüe, que respete el derecho de los catalanohablantes, sin que cada uno de sus funcionarios lo sea, para no lesionar el derecho de los castellanohablantes. Posiblemente, la modificación del actual sistema de acceso a la función pública por uno que no exigiera como requisito necesario el conocimiento del catalán también daría lugar en la mayoría de los casos a una administración bilingüe, pues ésta sería un mero reflejo de la sociedad catalana. Pero no podemos excluir la posibilidad de que, en ocasiones, un servicio determinado acabara siendo, por cuestiones del azar, monolingüe. Es necesario, por lo tanto, un mecanismo de selección formal que asegure una administración bilingüe. Esto implicaría inevitablemente la instauración de cuotas lingüísticas en cada servicio de la administración y la convocatoria de plazas catalanas o castellanas en función de las necesidades lingüísticas del servicio.
La propuesta tiene limitaciones prácticas: ¿habría ventanillas o colas lingüísticas en los servicios públicos? ¿Las vacaciones serían por cuotas lingüísticas para evitar que la institución quedara monolingüe temporalmente? A efectos prácticos es difícil garantizar una administración bilingüe sin que sus funcionarios no sepan ambas lenguas. Pero, al margen de sus limitaciones prácticas y del estigma lingüístico que supondría, este método seguiría sin garantizar el segundo derecho arriba expuesto (la igualdad de todos los españoles a opositar en Cataluña). Aunque el agravio se reduciría con respecto a la situación actual, en la cuota de plazas catalanas seguirían excluidos los opositores de otras comunidades autónomas que desconocen la lengua. Es decir, garantizaríamos el derecho de ambos grupos a costa de reducir las oportunidades de los castellanohablantes.
Entonces, ¿debemos resignaros a que alguno de los derechos sea vulnerado? Sin lugar a duda se trata de dos derechos difíciles de conciliar. Pero ya en el pasado ha habido propuestas más imaginativas y convincentes que la efectuada por este nuevo manifiesto. Por ejemplo, el segundo manifiesto de Ciutadans (que comparte numerosos abajofirmantes) proponía: "[se] promoverá el conocimiento del catalán entre los funcionarios, pero no hará de ello una condición necesaria para su acceso a la función pública". Con los matices adecuados, esta propuesta quizás garantizaría ambos derechos. Por ejemplo: se podría excluir el catalán como requisito para el acceso a la función pública, pero el opositor no catalonohablante exitoso debería obligatoriamente atender en horario laboral a clases gratuitas de lengua catalana durante un periodo determinado de tiempo. ¿Funcionaría? ¿Sería capaz la administración de obligar a un funcionario suyo a aprender (que es diferente que atender a clases) la lengua catalana?
Muchas preguntas, pocas respuestas.
Los datos, tal y como son presentados en El País, son relativamente poco informativos porqué se da solo la cifra absoluta de matrimonios. Debemos preguntarnos ¿qué representan estos números en relación a la población total de España y de cada una de las Comunidades Autónomas? Para ello, hemos tomado datos de población del Instituto Nacional de Estadística y hemos puesto estos datos en términos relativos al censo de población del año 2001.
Cuando miramos los datos relativos a la población, la idea que las comunidades “más progres” como Cataluña o Madrid son las que tienen más matrimonios gays, queda claramente confirmada. Madrid es la comunidad con un mayor número relativo, 2.8 por cada cien mil habitantes. Cataluña le sigue de cerca, con un 2.2 por cada cien mil. Les siguen Baleares, Asturias, Canarias, Aragón y Murcia. Las Comunidades con menos matrimonios gays son, como podríamos esperar, aquellas que concebimos como más tradicionales o “castas”: Galicia, con un 0.11 por cada cien mil habitantes, Castilla-La Mancha y Castilla-León, con 0.5, y Navarra con 0.6.
Por otro lado, podemos analizar cuál es la proporción de matrimonios entre mujeres y entre hombres. Vemos que, para el conjunto del Estado, un 70% de los matrimonios son entre hombres, y un 30% entre mujeres. Este dato es bastante chocante puesto que la población femenina es mayor que la masculina, y no tenemos ninguna razón para pensar que hay más hombres homosexuales que mujeres. Probablemente los datos no sean nada más que otro indicador de la (in)visibilidad en la que vive todavía el colectivo lesbiano en España (cosa que, por cierto, tengo entendido que ha sido objeto de la campaña “lesviana” en la edición del día del orgullo gay de este año). Las Comunidades con mayores niveles relativos de matrimonios entre mujeres (en comparación con los matrimonios entre hombres) son Melilla y Ceuta, Baleares, Cantabria, Navarra y Asturias, y aquellas con mayores niveles de matrimonios entre hombres son La Rioja, Madrid, Pais Valenciano, Murcia y Cataluña. No parece haber, sin embargo, una separación territorial entre hombres y mujeres homosexuales. Es más, las comunidades con más matrimonios entre hombres son también las comunidades con más matrimonios entre mujeres –esto se puede ver claramente en el gráfico siguiente:
En resumen, los datos evidencian que hay una division bastante clara entre dos Españas, en lo que al mundo homosexual se refiere, una España progre, avanzada y donde el matrimonio homosexual está llevándose a cabo con relativa normalidad (y seguramente con valores elevados debido a la concentración de gays de otros lugares en estas comunidades), y una España más rancia y atrasada en lo que a los valores se refiere, donde el matrimonio gay roza los valores nulos. En otras palabras, Cataluña y Madrid son a Navarra y las Castillas lo que Massachussets y California a Tejas y las Carolinas.
Dos de los momentos estelares del libro son cuando Mercader reflexiona sobre la distancia que se generó entre el partido y su candidato.
PM a Nicaragua (sede del PSC)
La segunda planta, siguiendo la lógica de la numeración de las plantas, es sólo a dos pisos de la cuarta. A Nicaragua, la distancia políticamente hablando es abismal. A la cuarta hay el partido. Mejor dicho, los que administran la posición de control de la organización logística y humana que hay detrás de las siglas PSC (...) A la segunda planta, unos conocidos que están de paso. Que esperan unas elecciones que si las ganan las habrá ganado el partido y si las pierden las habrán perdido ellos y que, tanto en un caso como en el otro, abandonarán las dependencias pocas horas después del cierre de los colegios electorales.Obviamente, con la llegada de Montilla imaginamos que Nicaragua es ahora un loft, sin puertas, paredes ni plantas.
PM en el Comité Federal del PSOE (Madrid)
Jordi Mercader retrata con gran claridad el pluralismo del PSOE en su descripción de una una reunión del Comité Federal del partido en el Palacio de Congresos de Madrid (septiembre 2005). Es conocido que el PSOE tiene una gran capacidad (al menos comparado con el PP) de adaptarse al entorno que se mueve. En términos "darwinianos" es un buen atributo, pues asegura su éxito en las elecciones más locales, pero le conlleva el coste de tener una división interna a nivel nacional (o federal). Vean los perfiles según Mercader:
Perez Touriño, aún estrenando cargo de presidente de la Xunta, se manifiesta como apóstol de la España plural. Barreda, de Castilla la Mancha, está por profundizar el estado de las autonomías y no por gestionar sentimientos, que como se sabe es cosa difícil. Dedica unas palabras al poeta Joan Maragall y otras, muy conocidas, de recordatorio de Prat de la Riba: las naciones tienen tendencia a tener un Estado. El jefe de la oposición de la Comunidad de Madrid, Rafael Simancas (...) activó una verdadera ametralladora dialéctica: el error del debate territorial, aceptar hablar del concepto de nación, los supuestos privilegios catalanes sobre la financiación, los límites de la solidaridad, todo, en conjunto, le molestaba y no se estuvo de decirlo. (...) Un poco de paz con Patxi López y sus expresiones de confianza en los socialistas catalanes: se puede mejorar sin romper. El andaluz Luis Pizarro se refiere sin trapujos a la preocupación existente por la forma y fondo del debate catalán y su poca confianza que le merecen los socios del tripartit.(...) La lluvia de ideas para convencer a los compañeros catalanes que no iban por el buen camino no era precisamente fina. Muchas muestras de gran indignación con referencias al cansancio, hastío y hartazgo que les producía el debate catalán (...) De vez en cuando una voz amiga, como la del presidente de Aragón, Marcelino Iglesias: confío con el "seny" de los catalanes. O el líder socialista del a Comunidad Valenciana, Joan Ignasi Pla: exijo y pido respeto para los compañeros catalanes.
Evaluación: sólo para adictos a la política

Pero el Estatut poco a poco se va olvidando. El PSOE está en auge en Cataluña y muy probablemente Montilla (junto con valores emergentes como Chacón) será capaz poco a poco de satisfacer las demandas no cubiertas de ese abstencionista diferencial del PSC que quiere ver reducido el peso de la C en las siglas de su partido.
Etiquetas: cataluña, elecciones, politica
Por un lado, a nivel descriptivo, observamos que la pérdida de porcentaje de votos de ERC va asociada tanto a un aumento de porcentaje de votos a CiU y a PSC.
Relación entre diferencia de % voto a ERC y diferencia de % de voto a CiU (2004-2008)
Relación entre diferencia de % voto a ERC y diferencia de % de voto a PSC (2004-2008)
Por otro lado, al estimar una regression lineal con porcentaje de votos perdidos por ERC y porcentaje de votos ganados/perdidos de CiU y PSC (es decir, diferencia de porcentaje entre 2008 y 2004), ambas variables aparecen como estadísticamente significativas pero que el coeficiente de CiU (-0.715) es almenos tres veces más grande que el de PSC (-0.36). La diferencia en niveles de participación no es significativa estadísticamente.
Esto implica que, en general, CiU ha sido el gran beneficiado de las pérdidas de ERC, más que el PSC. Sin embargo, si dividimos la muestra por subregiones, el efecto es diferente en los municipios de la Catalunya interior que en los otros. El trasvase de votos hacia CiU (-0.82) es mucho más grande que el del PSC (-0.32) en la Catalunya interior. En el resto del territorio, el trasvase a CIU (-0.23) y PSC (-0.366) es similar, y hasta un poco mayor hacia el PSC. La diferencia en niveles de participación sigue sin ser significativa, con lo cual la idea que “los votantes de ERC” se quedaron en casa no queda totalmente confirmada a partir de estos análisis.
Conclusiones: sin datos individuals, no podemos saber mucho más sobre el trasvase de votos de ERC. Lo que parece claro es que, como señalábamos en el post anterior, los votantes de este partido están divididos entre aquellos que dan más peso a la dimensión nacionalista y aquellos que dan más peso a la dimensión ideológica. Los primeros parecen estar más concentrados en la parte más rural e interior del territorio, y los segundos en las áreas más urbanas. Si los dirigentes de ERC deciden que hay que dar un giro hacia la primera dimensión, a fin de ganar los votantes perdidos hacia CiU, está claro que no recuperaran a los segundos. Y vice-versa. El dilema es obvio.
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Madí (I): El sistema de doble vuelta catalán
9 Ocurrencias Escrito por Lluis el 28.11.07 a las 11:46.

El catalanismo debe impulsar un cambio electoral que, entre otras cosas, consagre el respeto al criterio de la lista más votada…. Personalmente, me inclino por un sistema que sea impecable desde el punto de vista democrático y que otorgue a la ciudadanía la capacidad de cimentar los pactos… Es por eso que propongo un sistema electoral con una primera vuelta similar a la actual, esto es, la elección de listas electorales en cuatro circunscripciones… que configure la composición parlamentaria. Del resultado, saldría un encargo del presidente del parlamento al jefe de la lista más votada , de buscar apoyos para obtener la investidura. Con este encargo, si el partido a quien corresponde la lista más votada no pudiera formar una mayoría parlamentaria que le permitiera la investidura, el presidente del parlamento disolvería de nuevo la cámara y convocaría una segunda vuelta, en que los dos partidos más votados saldrían con una prima por medio de hacer más mayoritario la atribución de escaños para cada circunscripción electoral. Este sistema de doble vuelta catalana, permitiría combinar un régimen parlamentario con el respeto a la lista más votada, y en última instancia que sea el ciudadano quien avale los pactos necesarios.
Semejante extravagancia la comenta David Madí, dirigente de CiU, en su libro: Democracia a Sang Freda. En la moqueta entendemos que cuesta hacerse la idea de no estar en el gobierno cuando se es la lista más votada, pero empieza a ser preocupante que los profesionales de la política no entiendan las reglas de juego de su propia profesión. Uno de ellos es David Madí, quien en su libro califica los pactos parlamentarios de los partidos minoritarios de piratería política.
Un sistema parlamentario se caracteriza porque el jefe del gobierno es responsable directamente ante la cámara legislativa. Por lo tanto, sólo puede gobernar si tiene mayoría en el parlamento. Y dejemos clara una cosa: siempre que haya más de dos partidos en un parlamento habrá el riesgo de que los partidos pequeños superen en escaños al partido mayoritario y de que las minorías se unan para formar gobierno. Las reglas de juego son así. Punto. Y a quien no le guste que sugiera una alternativa al sistema parlamentario (como el presidencialismo donde hay una elección directa del jefe del gobierno). El resto son ocurrencias.
Sobre el socavón electoral del PSOE en Cataluña
9 Ocurrencias Escrito por Lluis el 4.11.07 a las 22:01.

El desgaste del Estatut.
El gobierno de Zapatero se resintió de su incumplimiento electoral más flagrante en lo que va de legislatura: “aprobaré el Estatuto que salga del Parlamento de Cataluña” (...a pesar de que el ex-Presidente Felipe González comentaba que “Zapatero sí cumple su programa” ). Podemos estudiar el efecto del Estatut sobre la intención de voto al PSOE interpretando el siguiente gráfico:
Gráfico: intención voto al PSOE.
Naranja:Cataluña (CIS); Verde:Resto de España(CIS); Rojo: Cataluña(Institut Estudis Opinió)

1) La intención de voto del PSOE cayó 6 puntos porcentuales en octubre del 2005, justo después de la aprobación del estatuto en el Parlament de Cataluña. Fue en ese momento que el electorado constató que Zapatero no cumpliría su “aprobaré…”
2)Pero en enero del 2006 el PSOE vuelve a recuperar fuerza en Cataluña, coincidiendo con el pacto en la Moncloa para aprobar una versión del Estatut en el Congreso de los Diputados. Es curioso ver que es la única vez en toda la série 2004-2007 que la evolución de la intención de voto al PSOE de Cataluña difiere del resto de España. Zapatero en ese proceso se encontraba en un juego de suma cero: contentar algunos significaba disgustar a otros.
¿Y Cercanías?
En los últimos meses Zapatero ha recuperado fuerza en Cataluña. Incluso en los sondeos del Institut d’Estudis d’Opinió de Cataluña confirman que esta tendencia se mantiene hasta este octubre. Sin embargo, no disponemos aún de barómetros posteriores a los socavones que midan el efecto de la crisis del AVE en Barcelona. Por ahora sólo podemos fiarnos de los titulares de La Vanguardia. La “crisis” del Estatut nos indica que Cataluña es sensible a la actuación del gobierno. Si ésta no pasa factura por la crisis del AVE puede deberse a varios factores. Pero a mi entender, la pregunta clave es:¿Quién es el responsable de la situación actual según los catalanes? ¿el gobierno del PSOE? ¿”Madrit”–como gusta decir en Cataluña- , en general?¿la falta de sensibilidad de Pujol hacia el área metropolitana de Barcelona?¿los posteriores gobiernos del PSC? Si la atribución de responsabilidades no es clara, tampoco lo será la sanción de los votantes.
En todo caso, en La Moqueta estaremos atentos a futuros barómetros para ver si se confirma esta tendencia en Cataluña
http://www.vilaweb.tv/?video=4976
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Der Spiegel: Catalan cultural policies are closed-minded and lack cosmopolitanism
7 Ocurrencias Escrito por Lluis el 9.10.07 a las 20:26.

"But Catalonia has caused a significant uproar with its closed-minded policy of not including the many Catalans who write in Spanish in its definition of Catalan literature."
"The Catalan regional government has hired the Ramon Llull Institute, a cultural organization similar to Germany's Goethe Institute, to stage the exhibit. The institute is named after a medieval scholar from Mallorca who, in the 13th century, when Latin was the language of philosophy, theology and poetry, also used the new Romance languages to write about the dialogue between the Christian and Muslim worlds. But the institute has retained little of its namesake's cosmopolitan approach." (esto úlitmo es buenísimo!)
"And yet despite the fact that Franco has been dead 32 years, a relaxed linguistic and cultural coexistence between the Catalan and Spanish cultures remains as distant as ever. "
"Shouldn't an international book fair invite countries and regions as its guests of honor that widen instead of narrow our perspective, that set new directions instead of airing old nationalist sentiments?"
lean más aquí
de largas charlas con buenos amigos alrededor de una rica comida, un buen vino o una buena cerveza inglesa
de caminatas por el bonito parque de East Rock, que se pone precioso cuando caen las amarillas hojas otoñales
de nuevas sesiones intensivas de inglés oral, y quizás de algún otro idioma extranjero
de interesantes seminarios, circunloquios intelectuales, horas de trabajo tranquilo en la bonita biblioteca de Sterling
de todo lo bonito que tiene enseñar ciencias políticas a estudiantes implicados
de llevar vida de mujer emancipada y con piso propio
de fines de semana de paseo por Central Park, compras en la Quinta Avenida, cena y
copa en Greenwich village, museo dominical
de ejercer de tía adoptiva de unos gemelos preciosos (y otro bebé que está por venir)
de conciertos de música indie al lado de casa y a precios asequibles
Y voy a echar mucho de menos:
a todos mis amigos y amigas de aquí, con los que he compartido tantas cosas estos últimos meses
a mis abuelas y abuelo
las comidas dominicales con mi familia
la BS
la ciudad de Barcelona: sus calles, sus bares, su carril bici, su Eixample
salir de fiesta y reírme a carcajadas
ir a Madrid de vez en cuando
vivir la entretenida política catalana de cerca
ir a jugar a tenis con mis hermanos
la comida mediterránea
Nuestras cábalas de aquel entonces (ver gráfico) establecían que la veguería, esa extraña institución medieval que vive un revival más intenso que las Crocs, iba a convertirse en el distrito electoral favorito por lógica espacial, como se puede ver en el gráfico anterior.
Pues bien, palmadita en la espalda que nos damos porque así ha sido. Las leyes de la lógica espacial son inexorables, amiguitos.
(y el nuevo líder del PP catalán, Daniel Sirera, contraataca desde su blog porque, obviamente, les parece fatal)
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Que una persona que comença la seva vida pública posant bombes acabi escrivint un llibre és un èxit de la democràcia. En el cas que ens ocupa, a més, l'èxit és la constatació de la intel·ligència amb què Àngel Colom, Carod-Rovira i altres dirigents de l'època van saber crear les condicions per acabar amb la temptació violenta, i així donar sortida als que obtusament s'hi havien capbussat. Dic tot això perquè, a diferència dels amics que se'n foten, personalment celebro que Xavier Vendrell es dediqui a la literatura. És bo que el xicot, entre conspiració política i parlamentària, aprengui a elaborar un text de selectivitat. Tal vegada s'anima i s'apunta a la UNED per treure's un títol. Però com que aquests mateixos amics em diuen que en Vendrell torna a dedicar-me bestieses, i com que la paciència bíblica colomina no decora les meves virtuts, he decidit que explicaré alguna cosa. No del llibre, sinó de la llarga crònica de difamació que alguns vàrem patir i que, segons sembla, encara no es detura. El que pugui dir el pamflet actual no serà pitjor que les mentides que circulaven per ERC sobre les nostres vides, gràcies a la bona feina dels soldats del Puigcercós, amb en Vendrell de sol·lícita madame. Tampoc no serà pitjor que algunes de les acusacions que ens varen formular quan vàrem viure la crisi. Han dit tantes bestieses sobre l'Àngel Colom, sobre mi i, globalment, sobre la gent que va anar-se'n d'ERC que probablement l'actual bomba fètida deu ser un joc floral. Però és curiós això de la psicologia. A vegades hom decideix dir prou amb una esgarrapada, després d'haver patit grans ferides. Aquestes són, doncs, algunes de les coses que he decidit dir en veu alta, bo i avisant als lectors que no diré tot el que sé, perquè encara em resta estima pel vell partit de la meva família. I perquè no tothom que està a ERC va participar del fangar de la baixa política. Aquest respecte em fa desar al calaix els aspectes més sòrdids d'una llarga i immoral guerra bruta.
PRIMER. D'AIXÒ FA MOLTS ANYS i fa molt que ni m'ocupa, ni em preocupa. De fet, he tingut diverses ofertes per a escriure algun llibre, i sempre ho he declinat, tant perquè no li veig la utilitat, com perquè sóc massa feliç amb el present per burxar amb les misèries del passat. Ara bé. Com que observo que els Vendrell i companyia, tot i estar al poder, gaudir de sou públic, sortir als diaris i remenar la cua, encara em tenen a les seves oracions, he decidit acceptar la seva amable invitació. Obro la finestra del passat, doncs, però deixo la porta tancada. Lamento que en surti una mica de la mala olor. Segona qüestió. En el moment en què es varen produir tota mena d'atacs públics contra la gent que se'n va anar d'ERC, alguns d'ells clarament difamatoris, vaig plantejar presentar una querella criminal. Hi estava ben decidida i només em va frenar l'Àngel Colom, que estava tan trist amb el que estava passant que sols volia retornar al silenci. Amb el temps, penso que fou savi, que només hauríem embrutit encara més l'atmosfera i que, ull contra ull, tots bornis. Tercer punt. Vull excloure explícitament alguns noms propis d'ERC de la guerra bruta. Per molt que mantingui diferències, no seria just posar-los al sac comú. Persones com Josep Huguet, Jordi Portabella, Ernest Benach, Josep Bargalló i el mateix Carod-Rovira varen participar de la batalla interna, però no varen fer servir ni les vides privades, ni les tendències sexuals, ni les famílies, ni cap altre territori adobat a la calúmnia. Ara que ha passat el temps, el meu agraïment, tot i deplorar que no ho evitessin. I quart punt, la guerra. La crisi d'ERC va ser, fonamentalment, una guerra a la cúpula, i l'estructura de poder que Puigcercós havia bastit, des de les joventuts, es va usar, amb mà vendrelliana de ferro, per crear, durant dos anys, una sistemàtica degradació de la imatge de l'Àngel Colom i dels qui li fèiem costat. Una autèntica cacera a la persona, on tot valia, trucar familiars, inventar rumors de ludopatia i, fins i tot, de pràctiques sexuals perverses, desprestigiar amb mentides i desfer la feina política que -amb encerts i errors- intentàvem avançar. Els periodistes se'n delien. El més delirant és que els mateixos que arribaven a perpetrar els atacs, després demanaven que els omplíssim els actes que organitzaven. En els anys que he estat a la política, mai no havia vist una brutícia tan considerable, fins al punt que puc dir que a ERC he viscut el millor de la política -la lluita per unes idees- i el pitjor que es pot viure. Podria continuar si obrís la finestra de bat a bat, però em fatiga recordar-ho. Aquí deixo el fragment de testimoni que volia donar, acceptant la invitació que em fa en Vendrell en recordar-se dels meus pobres ossos. Perdonin si no compro el llibret, però ja em sé l'argument.
UNA PETITA I DARRERA COSA. En Mikimoto també em va dedicar algun carinyo, el dia de la presentació. La veritat és que m'honora. Trobo molt normal que una persona que ha aconseguit que tots els catalans li paguem els viatges que es munta per tot el món, a la recerca de la barretina perduda, em doni lliçons de periodisme. Certament, davant la seva ingent aportació al pensament català, això meu no és res més que periodisme de perruqueria.
Inmersión Linguística. Por qué no es algo malo
17 Ocurrencias Escrito por Laia Balcells el 11.6.07 a las 10:54.

Fijaros que él es el primero en oponerse a las reformas que reivindican Ciutadans al modelo pujolista de inmersión. Y dudo que sea por qué le hayan comido el tarro en las ikastolas...
(carta de despedida ante su dimisión como presidente del Partit dels Socialistes de Catalunya, 30 de mayo de 2007)
Hace seis meses, comuniqué al primer secretario que después de las elecciones municipales dejaría la presidencia del Partit dels Socialistes de Catalunya. Así pues, ha llegado el momento de hacer efectiva mi renuncia.
Durante mi etapa como presidente del partido, los socialistas catalanes hemos llegado a la presidencia del Govern de Catalunya, abriendo una alternancia en el gobierno después de un largo periodo conservador.
Creo que se han cumplido los objetivos que me propuse. Quizá no todos, pero sí los más significativos.
Lo cierto es, aunque no es lo más importante, que los socialistas catalanes han sido la primera fuerza política del país y junto con los otros partidos de centroizquierda han propiciado un cambio histórico en Catalunya.
De hecho, los 15 años al frente de la alcaldía de Barcelona (18 si contamos los tres años decisivos del alcalde Serra) y los tres en la presidencia de la Generalitat serán provechosos - aunque quede mal decirlo- para Catalunya y para su capital. Pocos lo pueden negar.
Incluso se podría decir que ha tenido que ser el centroizquierda catalán el que ha completado los proyectos de los herederos de la Lliga Catalana.
Seguir leyendo. Fuente: La Vanguardia
Elecciones Municipales. Los partidos. Parte 1: ERC
11 Ocurrencias Escrito por Laia Balcells el 29.5.07 a las 14:18.

Algunos militantes de ERC parecen preocupados por la sangría de votos que pueden haberse perdido hacia las Candidatures d'Unitat Popular (CUP). El total de votos a las CUP (18.522, un 0.65% del voto emitido) no supera, sin embargo, el número de votos perdido por ERC y, desde mi humilde punto de vista, es probablemente sólo una causa marginal de esta pérdida. Las CUP han aglutinado un voto más "antisistema", y más en contra de la clase política catalana que otra cosa. Los datos parecen apuntar que los votos se han perdido más bien hacia una opción política bastante diferente a las CUP: Convergència i Unió. En efecto, así como en un pasado no muy lejano ERC aumentó su porcentaje de voto gracias al voto nacionalista procediente de CiU, sobretodo en zonas de la Catalunya interior, parece que este voto, volátil, puede estar volviendo a CiU. Como no tengo datos de porcentaje de voto a las CUP a nivel comarcal, compruebo la correlación espacial de la diferencia de voto a ERC y a CiU entre ambas elecciones. Se observa que, efectivamente, ahí donde ERC baja, CiU sube. Y viceversa:
El coeficiente de correlación entre ambos es de -0.34. Es decir, no excesivamente alto, pero importante. Y si realizamos una regresión lineal para predecir la diferencia de voto a ERC con la diferencia de voto a CiU, el coeficiente es de -0.235 y es significativo al 95%.
Significa ésto que, como dice mi colega Cristina, ERC y CiU son como Clark Kent y Superman? Bueno, igual no exactamente (porqué hay otros factores que explican el voto a ERC), pero seguramente significa que hay una bolsa de votantes indecisos y volátiles, que intercalan su voto entre un partido y otro. Y para los cuáles algunos errores de ERC en esta última legislatura les han llevado a volver a los candidatos del "seny" (vis-à-vis la "rauxa") que representan los "convergents".
Un último apunte: si bien los factores locales son los que más cuentan en las elecciones municipales, estoy segura que los factores nacionales no dejan de importar. Y si no, cómo explicar el auge de los partidos "antisistema" como PxC o las CUP en el conjunto del territorio catalán? Cómo explicar el elevado grado de abstención en Catalunya (vis-à-vis al resto del Estado?) Dudo seriamente que se puedan explicar sólo a partir de dinámicas locales.
Actualización
He conseguido datos comarcales de voto a las Candidatures d'Unitat Popular (CUP), depués de un poco de esfuerzo, y he obtenido unos resultados interesantes. Se observa que el voto a las CUP no está relacionado negativamente con la diferencia de voto a ERC. Es decir, el voto a las CUP no está relacionado con las pérdidas de voto de ERC. Estos dos partidos seguramente son más complementarios que sustitutos. Este resultado seguramente es fruto del sesgo que se produce por el hecho que el CUP no presenta candidaturas en todos los municipios ni en todas las comarcas y que seguramente ahí donde se dan las condiciones más favorables a su creación también es donde se da un mayor voto a ERC. Lo interesante es, sin embargo, que nosotros no miramos la correlación entre el voto a ERC y el voto a las CUP sino entre la diferencia en puntos porcentuales en el voto a ERC (es decir, crecimiento o decrecimiento del voto a este partido) y el voto a las CUP. Y el coeficiente de correlación es positivo y tiene un valor de 0.31.
Gráficamente, también se puede observar la relación positiva entre el voto a estos dos partidos.
Actualizacion II
Para comprobar que realmente no hay un sesgo de selección en los resultados previos, he mirado cuál es el efecto de la EXISTENCIA de candidaturas de cup en una comarca sobre el voto a ERC. Y ésta sí tiene un efecto negativo. Es decir, ahí donde se crean candidaturas CUP, ERC pierde votos.
El resultado del gráfico anterior puede estar distorsionado también por el hecho que usamos porcentaje de voto por comarcas. Así que una vez tenga el análisis por municipios comprobaré que es acorde con lo observado. Por otro lado, si tenéis sugerencias sobre cómo abordar esta cuestión, serán evidentemente bienvenidos.
Actualización III
Finalmente, siguiendo el consejo de Lluis, he seleccionado solamente los municipios donde hay candidaturas del CUP. He mirado la relación entre el voto a las CUP i la diferencia en el voto a ERC entre 2003 y 2007. La relación es negativa, pero cabe decir que es muy débil y que no es estadísticamente significativa (en una regresión lineal). Así que, si bien la dirección de la causalidad cambia respecto al gráfico anterior, donde observábamos valores para todas las comarcas (con candidaturas del CUP y sin ellas), parece que la relación no es tan fuerte como se ha dicho en los medios de comunicación y que la sangría de votos de ERC no se debe a este partido sino a otros factores.
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Cuanto llevo escrito sobre la situación de Cataluña durante la guerra, y los antecedentes recordados para mejor comprensión de los hechos, parecen demostrar que nuestro pueblo está condenado a que, con monarquía o con república, en paz o en guerra, bajo un régimen unitario y asimilista o bajo un régimen autonómico la cuestión catalana perdure como un manantial de perturbaciones, de discordias apasionadas, de injusticias, ya las cometa el Estado, ya se cometan contra éll: eso prueba la realidad del problema, que está muy lejos de ser una "cuestión artificial".
Manuel Azaña, de Causas de la Guerra en España
Ciudadanos de segunda. Documentales de tercera
17 Ocurrencias Escrito por Lluis el 13.4.07 a las 10:56.

Pincha aquí para ver el documental (dirección comentada en el post de laia hace unos días).
Para quienes se lo quieren ahorrar os adjunto un recorte de las declaraciones que me llamaron más la atención:
El tono del documental:
"Campos de fútbol transformados en templos de difusión del catalanismo, colegios donde el castellano ha perdido todo el protagonismo, ciudadanos amenazados, comerciantes sin libertad y perseguidos por las sanciones. Es la radiografía de una Cataluña, de una sociedad que navega entre dos lenguas enfrentadas" [si quitara la palabra Cataluña... ¿alguien hubiese reconocido tal radiografía?]
"Amenazados, sin libertad para poder elegir un colegio en castellano para sus hijos, obligados a aprender el catalán... más de uno se ha planteado abandonar Cataluña `para que sus derechos como ciudadanos que viven en España sean corregidos" [una de las tesis principales del documental: considerar que en Cataluña no hay sólo un problema de libertad de elección lingüísitica sino también un problema de confrontación social]
"No sólo se ha hecho dueña y señora de los colegios, de la publicidad,... el catalán también se ha apoderado del ámbito comercial. Pocos son los establecimientos que se atreven a poner sus carteles sólo en castellano"
"Cualquier ciudadano puede denunciar cualquier anomalía en los rótulos de los establecimientos. Se convierten así en delatores de sus propios vecinos." [y sobre estos hechos se inspira la película La Vida de los Otros. ]
Aportaciones apreciables y/o sorprendentes:
Rosa Regás (escritora progre): “a mi me parece muy natural que si un señor quiere educar su hijo en castellano no le guste que le eduquen en catalán pero está en Cataluña y en Cataluña han ganado las elecciones los que quieren que se eduque en catalán. Y así está. No sé... no veo cual es el problema” [bye, bye democracias liberales]
Miquel “miquimoto” Calzada (humorista y, a veces, periodista): Por qué hay gente que... no es que yo no quiero que hablen catalán... pues a mi me sabe mal pero ... váyase por favor! No tengo ningún reparo. [lealtad o calle]
Joel Joan (actor): “yo lo que no entiendo porque hay gente de fuera de Cataluña que se preocupa por estas cosas. Es que no lo entiendo. ¿Sacan votos?¿Hacen simpatías?... [¿partidista Telemadrid? ay Joel, ¡que cosas dices!]
Albert Boadella (actor y provocador): "Tratar de cortarles el conocimiento profundo de esta lengua [castellano] como una lengua propia, pues eso creo que es una operación insensata totalmente y sucida. Es un boomerang absolutamente estúpido"
Francisco Caja (profesor filosofía UB): “qué significa eso [exigencia del nivel C de catalán para plazas de empleo público] bueno, pues que se presenta un premio Nobel y se presenta un becario. Si el premio Nobel no sabe catalán (no tiene el nivel C de Catalán) obtendrá la plaza el becario si tiene un buen nivel de catalán"
Una ley electoral es algo importantísimo, pues acaba definiendo el número de partidos que habrá, cómo de sobrerrepresentado está el voto rural (y así los partidos que lo utilizan de 'granero'), y, en fin, el contenido de las coaliciones que se formarán y el sesgo ideológico que primará en el sistema de partidos. Esto tiene consecuencias a lo largo de generaciones, en las políticas que los sucesivos gobiernos surgidos de ese sistema electoral aplicarán. No podríamos entender el largo período de CiU en el poder sin la decisión de utilizar la ley electoral española y no crear una ley catalana propia a principios de los 1980s.
Así pues, sabiendo lo que ya podemos saber, ¿cómo será la política catalana de los próximos años?
¿Cuántos diputados? El nuevo estatuto remite al antiguo en este punto, y aquel establecía unos ratios de diputados/población ajustados
¿Qué distritos electorales? La provincia (4) dejará de ser la unidad de medida, pero la comarca (41) es demasiado pequeña como para ser un distrito. Si se tomara como distrito, el sistema electoral catalán dejaría de ser proporcional para ser pluralista, pues el número de distritos haría que la mayoría de ellos fueran unipartidistas, o como mucho, bipartidistas. La inmensa mayoría de ellas sólo tendrían de uno a dos diputados representándolas, por lo que el ganador se llevaría toda la representación.
La veguería (7) tiene las ventajas de crear geografías económica y socialmente homogéneas, ser simpática para el nacionalismo dado su origen medieval, y estar a medio camino entre la comarca y la provincia, lo justo para ser muy eficiente coordinando políticas municipales. Como distrito electoral resultaría apropiado, y puesto que probablemente CiU o ERC rascarían más de la veguería que se formaría con el norte de la provincia de Barcelona, esto les compensaría frente al posible incremento de la proporcionalidad (que afectaría negativamente a los partidos con 'graneros' en el hinterland).
El Juego de Aprobar la Ley
Las proyecciones y cábalas que se pueden hacer de diferentes configuraciones de la ley son muchas, y aunque en los informes técnicos no van a aparecer, está claro que los partidos las van a hacer antes de dar su apoyo o enmendar la propuesta Colomer. El conseller Nadal dijo que el requisito para aprobar la ley era el consenso entre el Tripartit y
En ese juego existen dos tipos de jugadores:
Partidos de Graneros: ya sean rurales (CiU) o urbanos, su electorado tiene densidades distintas a lo largo del territorio, y dependen mucho del gerrymandering y el tamaño y peso electoral de las circunscripciones.
Partidos Proporcionalistas: Sus réditos electorales son mayores cuanto más proporcional es el sistema (1 voto es igual en cualquier parte, especialmente con circunscripción única). El PSC es un claro ejemplo.
Las alternativas posibles no son tantas. Es cierto que la negociación contiene muchos ítems y se pueden negociar todos ellos simultáneamente, haciendo concesiones en unas áreas para obtener prebendas en oras, pero parece obvio que hay dos temas centrales donde los partidos lo van a tener claro y serán irrenunciables: cantidad de distritos electorales y la distribución de diputados en ellos (nivel de propocionalidad).
El área roja delimita las posibles opciones. Las posiciones ideales de los partidos son más tentativas que derivadas de resultados empíricos (Lluis, guiño para que lo simules), pero dan buena idea de las posibles opciones: algunos distritos más, y algo más de proporcionalidad en el sistema, probablemente aumentando el número de diputados y reajustando ligeramente por la distribución de la población actual. Pero no demasiado. De otro modo, si no se trabaja en ese área, el resultado más probable será el status quo y que Catalunya esté otros 25 años más sin ley electoral propia.
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