Sobre la relevancia pública de las ciencias sociales
4 Ocurrencias Escrito por Laia Balcells el 9.12.09 a las 05:15.
Varios académicos han retomado estos últimos días el viejo debate sobre la relevancia social del trabajo de los científicos (en particular, de los científicos sociales, valga la redundancia). Stephen Walt, por ejemplo, escribe en un artículo en Foreign Policy a favor de una ciencia social más "policy oriented". Algo muy parecido a lo defendido por Craig Calhoun, del Social Science Research Council y profesor de la New York University, en este texto. Calhoun se refiere sin embargo a lo que él llama public relevance o public knowledge (para evitar el término "policy-making", y su distinción de lo que es el conocimiento académico "puro"). El texto de Calhoun, del que os copio un párrafo aquí abajo, es bastante interesante. Si bien no comulgo totalmente con las ideas del autor, me parece que argumenta bien su posición, y que nos deja algunos elementos claves para la reflexión.
Francamente, yo todavía no he conocido a ningún científico/a social que ignore la realidad o esfera pública, o que se niegue a hablar con "practicioners", y a escucharlos. Más bien lo contrario. Así que, en cierto modo, no veo donde está el problema. En otras palabras, me cuesta poner cara a los "like-minded scholars" concentrados en pequeñas cuestiones a los que se refiere Walt -pero quizás es que viven escondidos en sus cuevas, resolviendo "problem sets" y/o haciendo experimentos.
Social scientists engaging public questions need to offer truth. If scholarly knowledge has no authority, if it doesn’t provide good reasons to believe that some courses of action are better than others, or riskier, or less reliable, then it doesn’t have a distinctive value. But the authority of scholarly knowledge isn’t and can’t be perfect. Science is, after all, in large part a process of learning from errors, not just a process of accumulating truths. And especially in social science, truths are often highly contextual and conditional, predictions of what is more or less likely under certain circumstances, not statements of absolute and unvarying causal relationships. Social scientists bring real knowledge, but inevitably incomplete knowledge. The truths of social science are, moreover, graspable in different ways. They have to be communicated and this always means rendering them in ways that foreground certain aspects more than others, that illuminate some dimensions and leave others in the shadows. Knowledge is part of culture, not easily and fully abstractable from the rest of culture. But it is partly through the effort to communicate knowledge to non-specialists that researchers (like teachers) see new implications of what they know, new dimensions to issues they thought they understood fully, and sometimes limits to their own grasp of what they thought were established truths.
Francamente, yo todavía no he conocido a ningún científico/a social que ignore la realidad o esfera pública, o que se niegue a hablar con "practicioners", y a escucharlos. Más bien lo contrario. Así que, en cierto modo, no veo donde está el problema. En otras palabras, me cuesta poner cara a los "like-minded scholars" concentrados en pequeñas cuestiones a los que se refiere Walt -pero quizás es que viven escondidos en sus cuevas, resolviendo "problem sets" y/o haciendo experimentos.
Etiquetas: ciencia politica
En lo que estoy de acuerdo con él es que las ciencias sociales, excepto la economía, no están demasiado conducidas por la demanda (demand-driven). La academia, salvando excepciones, vira su dirección hacia problemas actuales que requieres respuestas pronto... muy lentamente.
Un ejemplo: El fenómeno de la inmigración se empieza a estudiar masivamente cuando la inmigración ya es masiva y está aquí, por lo que los políticos no pudieron nunca recurrir a teorías y work in progress, imperfecto pero en marcha, que les ayudara en su momento a facilitar o acomodar los flujos migratorios (y las oportunidades y problemas que traerían asociados) de manera "informada". Con la excepción de los anglosajones, los académicos en la mayoría de países no "avanzan" estas cuestiones, sino que optan por explicarlas a posteriori (entran muchas variables explicativas desde por qué esto es así: modas, quién financia, rigideces institucionales, etc, pero esto es así).
2.)
1. Joder, qué alegría, habéis vuelto. No me había dado cuenta porque me desuscribí del RSS perdiendo la esperanza. Pero enmiendo y me re-suscribo.
2. Pues yo sí he conocido a muchos científicos sociales (recalco: casi siempre son hombres, no sé por qué) totalmente de espaldas a la realidad pública. Son sociólogos.
Ah, la sociología. La hermana pequeña, desdichada y ninguneada de las ciencias sociales en la entrada de este milenio. Y con razón: se lo han (nos lo hemos) ganado a pulso. El ejemplo de Alex de la inmigración es perfecto. Pero podemos ir más allá. A toda esa legión (porque son legión) de sociólogos pretendidamente críticos que se quedaron en las cuestiones epistemológicas de los años 70. Esos sí son auténticos "like-minded scholars". Ni siquiera se molestan en explicar fenómenos a posteriori. Les basta revolcarse en su ego y el de sus queridos autores hipercríticos.
La "sociologic policy" no existe, y las "social policies" están copadas por trabajadores sociales, porque nosotros no tenemos ganas de hacer el trabajo, valga la redundancia.
Puedo dar nombres, pero mejor en grupo: la práctica totalidad (hay quien se salva, por supuesto) del Departamento de Sociología y Antropología de la Universidad de Valencia.
Sí, estoy quemado. ¿Se nota mucho?
Gracias, Jorge, por revisitarnos y comentar. Sí, entiendo la realidad que describes. Ojalá vayan cambiando un poco las cosas, con nuestro propio empeño, evidentemente.
Saludos y felices fiestas.
Laia
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.