La histórica derrota del PSC en las elecciones del pasado 28-N obliga a los socialistas catalanes a abrir un debate interno para trazar un nuevo rumbo político. Y muy probablemente, en ese debate, las cuestiones identitarias cobrarán un especial protagonismo. El PSC deberá decidir si reforzar o no su perfil "catalanista", lo que es sin duda un verdadero hándicap para el partido. En efecto, se trata de un tema especialmente complicado para el PSC, pues en él conviven dos electorados claramente diferenciados en su nivel de nacionalismo. Por un lado, el sector "españolista" (mayoritariamente castellanohablante y de origen no catalán) se caracteriza por unas actitudes hostiles hacia las políticas nacionalistas y, en especial, hacia algunos elementos de la política lingüística catalana. Por otro lado, los "catalanistas" (catalanohablantes y de origen catalán) se definen en su mayoría como nacionalistas moderados.
Así, el PSC se enfrenta siempre al inevitable dilema de tener que satisfacer las demandas de un colectivo a costa de defraudar las del otro. Ante este panorama, ¿a qué colectivo ha decidido tradicionalmente contentar el PSC? La lógica numérica nos haría pensar que este partido optaría por atender las demandas de los españolistas, pues dos de cada tres votos que recibe este partido suelen provenir de este colectivo. No obstante, hasta hoy el PSC ha preferido presentarse con un perfil más cercano a la minoría catalanista y, en consecuencia, desatender las preferencias de la gran mayoría de su electorado.
Esta tradicional falta de representatividad del PSC no es un tópico alimentado por las trincheras mediáticas conservadoras de Madrid. Los escépticos solo tienen que recurrir a las encuestas demoscópicas para comprobarlo. Por ejemplo, según datos del CIS de las anteriores elecciones catalanas, el PSC se alejaba apenas 0,4 puntos del electorado de origen catalán en la tradicional escala nacionalista (0 -mínimo nacionalismo- al 10 -máximo nacionalismo-), pero la distancia era tres veces mayor (de 1,5 puntos) con respecto a su electorado castellanohablante de origen no catalán. Este fenómeno no es nuevo, pero el alejamiento del PSC de sus bases españolistas parece haberse acentuado tras la experiencia de los Gobiernos del tripartito y el proceso de reforma del Estatut.
¿Por qué el PSC ha decidido tradicionalmente desatender las preferencias de la gran mayoría de su electorado? Los expertos generalmente nos ofrecen dos explicaciones. La primera, quizás la más periodística y anecdótica, es buscar sus causas en cómo se gestó este partido a finales de los años setenta. El PSC nació principalmente de la unión de tres partidos: el PSC-Congrés, el PSC-Reagrupament (ambos de tendencia catalanista) y la Federación Catalana del PSOE (de tendencia más españolista). Por distintos motivos, en el proceso de fusión de las tres formaciones políticas, el sector catalanista se impuso al sector proveniente de la antigua Federación Catalana del PSOE. Los ex miembros del PSC-Congrés ocuparon mayor presencia entre delegados y cuadros dirigentes y, con ello, se marcó el perfil catalanista del partido que conocemos hoy día.
Una segunda explicación es que el PSC se ha aprovechado de la existencia de un fallo en la oferta del mercado electoral catalán. Tradicionalmente no ha habido ningún partido de izquierda no nacionalista, lo que permitía al PSC acercarse a posiciones más catalanistas sin perder excesivos votantes españolistas. El resto de formaciones políticas del panorama político catalán (incluyendo a Iniciativa-Verds) resultaban poco atractivas para este electorado, pues se alejaban aún más de sus preferencias. A lo sumo, los votantes españolistas descontentos podían optar por quedarse en casa y no acudir a las urnas.
Estos dos argumentos no parecen ayudar del todo a explicar por qué el PSC es más "catalanista" de lo que la mayoría de su electorado quisiera.
En primer lugar, la explicación de que el catalanismo del PSC es fruto de un capricho histórico no parece pasar de la anécdota. Esta explicación no nos ayuda a entender por qué las élites socialistas del sector españolista -que gozan de la mayoría del apoyo electoral- no han batallado a lo largo de estos 30 años con mayor beligerancia para imponer sus tesis.
En segundo lugar, la explicación sobre la existencia de un fallo de mercado no parece ya sostenible en la coyuntura actual. El escenario político catalán de los últimos años ha cambiado sustancialmente con la aparición de nuevos partidos de izquierda no catalanista como Ciutadans o UPyD. Y, a pesar de ello, la gran mayoría de votantes socialistas españolistas descontentos no parecen haber encontrado refugio en estas nuevas formaciones políticas.
La explicación más convincente sobre el tradicional perfil catalanista del PSC es la existencia de diferentes "elasticidades" entre los votantes socialistas catalanistas y españolistas. Por elasticidad me refiero a la propensión de los ciudadanos a cambiar su voto en función de los planteamientos ideológicos que ofrecen los partidos políticos. Existen poderosos indicios de que los votantes socialistas españolistas presentan una menor elasticidad que los catalanistas. O dicho de otra forma, los españolistas seguirían votando al PSC al margen de si este partido se acerca o aleja de sus posiciones ideológicas. En cambio, los catalanistas son más sensibles a la ideología del PSC: estos fácilmente dejarían de votar a este partido si decidiera alejarse demasiado de su ideario.
Las diferentes elasticidades de estos dos colectivos quedan reflejadas en datos recientes del CIS. Por un lado, los socialistas españolistas declaraban justo antes de las elecciones del 28-N que estaban dispuestos a votar solo al PSC. A pesar de que se sentían más cercanos ideológicamente a Ciutadans o UPyD en la dimensión nacionalista, prácticamente todos ellos coincidían en considerar que nunca votarían a esos partidos. Además, casi la mitad de ellos afirmaban que, con toda seguridad, siempre votarían al PSC. Por otro lado, los socialistas catalanistas se mostraban menos leales a este partido, pues el porcentaje de los que siempre votarían al PSC se reducía a apenas un 20%. Como consecuencia, este colectivo era menos reacio a cambiar su voto a favor de otras formaciones políticas (sea ICV, CiU o ERC). Solo una minoría de los socialistas catalanistas (alrededor de un tercio) asegura que nunca votarían a estos tres partidos.
En definitiva, los datos sugieren que los catalanistas tienen una mayor predisposición a condicionar su voto en función de la oferta ideológica que el PSC ofrece. En cambio, los españolistas son votantes cautivos: haga lo que haga el PSC, muy probablemente le seguirían votando.
La baja elasticidad del electorado españolista es un producto del elevado grado de identificación partidista de este colectivo. En efecto, este colectivo tiene una mayor vinculación emocional con el PSOE (y por extensión con el PSC). Mientras que el sentimiento de pertenencia a este partido representa un valor arraigado a su identidad política, no ocurre lo mismo entre los catalanistas. Estos votarían al PSC por cuestiones más racionales o siguiendo criterios de coste-beneficio (según si el partido ofrece las políticas que desea) y no tanto por cuestiones emocionales o de identidad política.
Aún es pronto para valorar cómo se comportaron los votantes españolistas y catalanistas en las elecciones del 28-N. No obstante, un primer análisis de los resultados electorales parece indicar que en esta ocasión el PSC ha sufrido fugas de todas partes. Entre sus votantes españolistas, algunos decidieron no acudir a las urnas y algunos otros se dejaron seducir por el discurso anti-inmigración del PP (y del xenófobo PxC). Sin embargo, la mayor parte de las fugas probablemente provinieron del sector catalanista, que en esta ocasión habrían optado por votar a CiU. De hecho, una ojeada a los datos a nivel comarcal indica que las pérdidas del PSC están especialmente correlacionadas con las ganancias de CiU, lo que sugiere que la debacle socialista se debe en gran parte a la deslealtad del sector catalanista.
El PSC tiene ahora la difícil tarea de redefinir su perfil ideológico para recuperar parte del electorado perdido. Y los datos apuntan que esta tarea será más ardua en el caso del voto catalanista. Este es y seguirá siendo menos leal al PSC y condicionará más su voto a las propuestas que el partido ponga sobre la mesa.
Es previsible, pues, que los líderes socialistas acaben considerando como estrategia más racional reforzar el perfil catalanista del partido. Y, con ello, el PSC se verá obligado, una vez más, a desatender las preferencias de la mayoría de su electorado.
Lluís Orriols es profesor de Ciencia Política en la Universidad de Girona.
Así, el PSC se enfrenta siempre al inevitable dilema de tener que satisfacer las demandas de un colectivo a costa de defraudar las del otro. Ante este panorama, ¿a qué colectivo ha decidido tradicionalmente contentar el PSC? La lógica numérica nos haría pensar que este partido optaría por atender las demandas de los españolistas, pues dos de cada tres votos que recibe este partido suelen provenir de este colectivo. No obstante, hasta hoy el PSC ha preferido presentarse con un perfil más cercano a la minoría catalanista y, en consecuencia, desatender las preferencias de la gran mayoría de su electorado.
Esta tradicional falta de representatividad del PSC no es un tópico alimentado por las trincheras mediáticas conservadoras de Madrid. Los escépticos solo tienen que recurrir a las encuestas demoscópicas para comprobarlo. Por ejemplo, según datos del CIS de las anteriores elecciones catalanas, el PSC se alejaba apenas 0,4 puntos del electorado de origen catalán en la tradicional escala nacionalista (0 -mínimo nacionalismo- al 10 -máximo nacionalismo-), pero la distancia era tres veces mayor (de 1,5 puntos) con respecto a su electorado castellanohablante de origen no catalán. Este fenómeno no es nuevo, pero el alejamiento del PSC de sus bases españolistas parece haberse acentuado tras la experiencia de los Gobiernos del tripartito y el proceso de reforma del Estatut.
¿Por qué el PSC ha decidido tradicionalmente desatender las preferencias de la gran mayoría de su electorado? Los expertos generalmente nos ofrecen dos explicaciones. La primera, quizás la más periodística y anecdótica, es buscar sus causas en cómo se gestó este partido a finales de los años setenta. El PSC nació principalmente de la unión de tres partidos: el PSC-Congrés, el PSC-Reagrupament (ambos de tendencia catalanista) y la Federación Catalana del PSOE (de tendencia más españolista). Por distintos motivos, en el proceso de fusión de las tres formaciones políticas, el sector catalanista se impuso al sector proveniente de la antigua Federación Catalana del PSOE. Los ex miembros del PSC-Congrés ocuparon mayor presencia entre delegados y cuadros dirigentes y, con ello, se marcó el perfil catalanista del partido que conocemos hoy día.
Una segunda explicación es que el PSC se ha aprovechado de la existencia de un fallo en la oferta del mercado electoral catalán. Tradicionalmente no ha habido ningún partido de izquierda no nacionalista, lo que permitía al PSC acercarse a posiciones más catalanistas sin perder excesivos votantes españolistas. El resto de formaciones políticas del panorama político catalán (incluyendo a Iniciativa-Verds) resultaban poco atractivas para este electorado, pues se alejaban aún más de sus preferencias. A lo sumo, los votantes españolistas descontentos podían optar por quedarse en casa y no acudir a las urnas.
Estos dos argumentos no parecen ayudar del todo a explicar por qué el PSC es más "catalanista" de lo que la mayoría de su electorado quisiera.
En primer lugar, la explicación de que el catalanismo del PSC es fruto de un capricho histórico no parece pasar de la anécdota. Esta explicación no nos ayuda a entender por qué las élites socialistas del sector españolista -que gozan de la mayoría del apoyo electoral- no han batallado a lo largo de estos 30 años con mayor beligerancia para imponer sus tesis.
En segundo lugar, la explicación sobre la existencia de un fallo de mercado no parece ya sostenible en la coyuntura actual. El escenario político catalán de los últimos años ha cambiado sustancialmente con la aparición de nuevos partidos de izquierda no catalanista como Ciutadans o UPyD. Y, a pesar de ello, la gran mayoría de votantes socialistas españolistas descontentos no parecen haber encontrado refugio en estas nuevas formaciones políticas.
La explicación más convincente sobre el tradicional perfil catalanista del PSC es la existencia de diferentes "elasticidades" entre los votantes socialistas catalanistas y españolistas. Por elasticidad me refiero a la propensión de los ciudadanos a cambiar su voto en función de los planteamientos ideológicos que ofrecen los partidos políticos. Existen poderosos indicios de que los votantes socialistas españolistas presentan una menor elasticidad que los catalanistas. O dicho de otra forma, los españolistas seguirían votando al PSC al margen de si este partido se acerca o aleja de sus posiciones ideológicas. En cambio, los catalanistas son más sensibles a la ideología del PSC: estos fácilmente dejarían de votar a este partido si decidiera alejarse demasiado de su ideario.
Las diferentes elasticidades de estos dos colectivos quedan reflejadas en datos recientes del CIS. Por un lado, los socialistas españolistas declaraban justo antes de las elecciones del 28-N que estaban dispuestos a votar solo al PSC. A pesar de que se sentían más cercanos ideológicamente a Ciutadans o UPyD en la dimensión nacionalista, prácticamente todos ellos coincidían en considerar que nunca votarían a esos partidos. Además, casi la mitad de ellos afirmaban que, con toda seguridad, siempre votarían al PSC. Por otro lado, los socialistas catalanistas se mostraban menos leales a este partido, pues el porcentaje de los que siempre votarían al PSC se reducía a apenas un 20%. Como consecuencia, este colectivo era menos reacio a cambiar su voto a favor de otras formaciones políticas (sea ICV, CiU o ERC). Solo una minoría de los socialistas catalanistas (alrededor de un tercio) asegura que nunca votarían a estos tres partidos.
En definitiva, los datos sugieren que los catalanistas tienen una mayor predisposición a condicionar su voto en función de la oferta ideológica que el PSC ofrece. En cambio, los españolistas son votantes cautivos: haga lo que haga el PSC, muy probablemente le seguirían votando.
La baja elasticidad del electorado españolista es un producto del elevado grado de identificación partidista de este colectivo. En efecto, este colectivo tiene una mayor vinculación emocional con el PSOE (y por extensión con el PSC). Mientras que el sentimiento de pertenencia a este partido representa un valor arraigado a su identidad política, no ocurre lo mismo entre los catalanistas. Estos votarían al PSC por cuestiones más racionales o siguiendo criterios de coste-beneficio (según si el partido ofrece las políticas que desea) y no tanto por cuestiones emocionales o de identidad política.
Aún es pronto para valorar cómo se comportaron los votantes españolistas y catalanistas en las elecciones del 28-N. No obstante, un primer análisis de los resultados electorales parece indicar que en esta ocasión el PSC ha sufrido fugas de todas partes. Entre sus votantes españolistas, algunos decidieron no acudir a las urnas y algunos otros se dejaron seducir por el discurso anti-inmigración del PP (y del xenófobo PxC). Sin embargo, la mayor parte de las fugas probablemente provinieron del sector catalanista, que en esta ocasión habrían optado por votar a CiU. De hecho, una ojeada a los datos a nivel comarcal indica que las pérdidas del PSC están especialmente correlacionadas con las ganancias de CiU, lo que sugiere que la debacle socialista se debe en gran parte a la deslealtad del sector catalanista.
El PSC tiene ahora la difícil tarea de redefinir su perfil ideológico para recuperar parte del electorado perdido. Y los datos apuntan que esta tarea será más ardua en el caso del voto catalanista. Este es y seguirá siendo menos leal al PSC y condicionará más su voto a las propuestas que el partido ponga sobre la mesa.
Es previsible, pues, que los líderes socialistas acaben considerando como estrategia más racional reforzar el perfil catalanista del partido. Y, con ello, el PSC se verá obligado, una vez más, a desatender las preferencias de la mayoría de su electorado.
Lluís Orriols es profesor de Ciencia Política en la Universidad de Girona.
Etiquetas: cataluña, elecciones, La moqueta en...
El artículo parecía interesante hasta que he leído: "partidos de izquierda no catalanista como Ciutadans o UPyD". Izquierda? Venga ya. Además este artículo cae en tl tópico fácil del "orígen no catalán = castellanoparlante = nacionalista español", cuando la verdad es que la sociedad catalana es más compleja que eso.
Ciutadans se define como partido de centro izquierda no-nacionalista, y a ello corresponde su ideario, que cualquiera puede leer en http://www.ciudadanos-cs.org/statico/pdf/ideario.pdf
Gracias marcus por el comentario. No eres el primero que me comenta lo de Ciutadans y UPyD. Pero en el artículo sigo la lógica de Lina. Pero quizás me equivoco... ¿Por que C's es de derecha? Algún dato? Si volvieras a entrar (espero que sea así) estaría estupendo que desarrollaras un poco más por qué C's es de derecha. Creo que es un debate interesante, ¿no?
Tienes razón que la sociedad es más compleja y que el artículo simplifica un poco. Pero hay datos detrás de mi argumento que obviamente no puedo incluirlos en un texto periodísitico. Pero te los dejo aquí por si es de tu interés.
1-Según el CIS:el 89% de los catalanes de origen no catalán tienen el castellano como su primera lengua. De entre los de segunda generación el porcentaje es del 75%.
2-Los catalanes de origen no catalán: un 20% se considera algo o muy nacionalista catalán (más de 5 en la escala). Este porcentaje es tres veces mayor entre los de origen catalán. De los de origen no catalan casi el 30% se siente muy orgulloso de ser catalan. Este porcentaje representa la mitad del de los de origen catalán.
Obviamente son simplificaciones (como no puede ser de otra forma)pero con fundamento, no?. No son meros tópicos.
En todo caso en el artículo tampoco digo que el castellanoparlante sea nacionalista español. Mi argumento es algo menos radical que eso: simplemente digo que són "hostiles con las políticas nacionalistas [catalanas, se entiende]" y con algunos aspectos de la política lingüistica. Eso tampoco quiere decir que sean nacionalistas españoles radicales. No crees?
Lina gracias por el link.
En mi caso siempre me he preguntado por la dificultad de C's para calar en el voto del PSC. Yo me planteo dos explicaciones.
a) En una prensa con un control partidario tan fuerte como la catalana la consigna del PSC es presentar a C’s como un partido de derechas con el fin de conseguir mantener la falta de elasticidad (que señalas) de sus votantes. (tesis conspirativa)
b) El nacionalismo catalán ha conseguido imponer su propio marco ideológico a la sociedad catalana. De modo que ha logrado que la igualad nacionalismo = progresismo se constituya en el marco de referencia para la mayoría de la ciudadanía catalana. Quién no es nacionalista no es progresista. Parece claro, y la intervención de Marcus los demuestra, que mientras no se rompa esa ficción no va a ser posible que Cataluña entre en un ciclo político moderno con un gobierno y una oposición. En este sentido la intervención de J. Nada tras su entrevista con Mas ha sido esclarecedora. ¿Hacer nosotros de oposición? Por Dios..Vade Retro.
El artículo me parece interesante,pero me gustaría aportar alguna matización.
Mis padres son de un pueblecito castellano,en el que la mitad emigraron a Madrid(los míos) y la otra mitad a Barcelona, por lo que de toda la vida tengo familia y amigos catalanes de origen castellano.
Ya sé que no es muy científico, pero es lo que he visto de primera mano.
Tanto los de la primera generación como los de la segunda suelen ser catalanistas, los de segunda generación más claramente, y estos hablan catalán habitualmente.
Al PP lo perciben como anticatalán, centralista y nacionalista español, por lo que no le votan.
En las elecciones generales votan al PSC-Psoe, lógico por su origen social, y la posición de este partido, autonomista, federalista, no centralista.
Pero en la elecciones auntonómicas varían, a veces no votan, a veces también votan al PSC, pero no es raro que voten a CiU,lo entienden como una defensa de sus intereses como ciudadanos catalanes, lo hacían con Pujol, lo dejaron de hacer al pactar CiU con el PP de Aznar y surgir Zapatero, y parece que han vuelto a hacerlo ahora. Perciben a CiU como un partido catalanista, pero no independentista, no tan alejado del PSC.De aquí el doble voto, Psoe en las generales y CiU en las catalanas.
La apuesta del PSC más catalanista a medio plazo entiendo que es más rentable, la segunda generación está más integrada en el modelo social catalanista que la primera, y esta con el tiempo pasará, la otra no.
Y si hay algún ciudadano de origen no catalán más españolista o centralista, que alguno hay, aunque raro, vota PP, no siempre, más en las generales, en las otras o no vota o entonces sí lo puede hacer por Ciudadants o UPyD.
No sé si estos partidos son o no de derechas, no dudeis que sus votantes sí. De hecho sacan más votos del PP que del Psoe, lo de UPyD se ve en otras partes de España, como las zonas conservadoras de Madrid.
Pratxanda:
Casimiro: en los quioscos esta toda la prensa accesible, porque no se venda ABC, El Mundo, etc como LP y LV? Y si es al revés porque en Cat somos como somos no "compramos" prensa estatal y de ahí que hayaun panorama mediçatico propio. El control lo hacen/mos los lectores
Y si la ficción la vives tu? Y si lo que hay en Cat es un ciclo político moderno y donde no lo hay es en otra parte?
No estoy de acuerdo en lo del progresismo y catalanismo No es necesariamente así. A no ser que se entienda que la derecha catalana es más demócrata que la española.
Lo que pasa es que todos los partidos de CiU a la extrema izquierda estuvieron contra franco. Como en Francia e Italia, hayuna derecha que luchó contra el fascismo. En España la derecha no se ha renovado lo suficiente
Sobre el PSC
http://pratxanda.wordpress.com/2011/01/24/29-n-viacrucis-socialista-1%C2%AA-estacion-1/
Hola
Interesante intento, que queda al final lastrado por los tópicos y prejuicios:
1- ¿Españolistas vs catalanistas? Se simplifica lo de las identidades. Utilizar una dicotomía como españolistas/catalanistas hace más impresionista el argumento, pero la mayoría de los electores del PSC se definen tanto españoles como catalanes. Sí son tópicos: algo de verdad hay en las etiquetas, pero simplifican demasiado. Expresado tal como hace Ud., esto sí que es una argumentación periodística.
2- Llama la atención que el autor no haga mención del efecto del "voto dual" y de la "abstención diferencial", que ya han sido estudiados y que perjudican especialmente al electorado del PSC. Y lo que apuntan contradice su tesis: el electorado de sentimiento más español o esp/cat es más propenso a dejar de votar en las autonómicas.
3- Suena muy arrogante considerar "periodística" una explicación histórica basada en la creación del PSC. Será porque se han leído sólo las versiones simplificadas de la prensa, y no los libros que las desarrollan. No es una explicación definitiva, pero ¡hombre! algo de importancia tendrán las elites (cómo se formaron y cómo cicularon) en la definición del partido... Me parece que el autor ha leído poco a Panebianco y otros.
4- También se nota cierto desconocimiento sobre la historia del PSC y de política catalana. La idea base de que el partido ha desatendido a las bases "españolistas" sólo se aguanta porque el autor se ha visto impresionado por lo sucedido en estos últimos años en el tripartito. Por ejemplo, usa los datos del CIS del 2007 para referirse a un fenómeno de ¿treinta años? Nos explica la última escena de una película mucho más larga.
5- El rechazo del argumento del fallo de mercado también es muy discutible. Su argumento se basa en una trampa: define a Ciutadans por lo que dice su programa y define al PSC por su sociología electoral. O un criterio u otro: la sociología de Ciutadans es variada y esencialmente provinientes del PP. O ha habido una equivocación colectiva fenomenal, o es que Ciutadans ha buscado un target que no era tanto el del PSC como el del PP. Por algo será que el sector más de "izquierdas" dejó en seguida el partido.
Pero se agradece el intento.
Salud!
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