En un principio creíamos a medida que la selección se iba clasificando, la relación entre nacionalismo y audiencia iría desapareciendo. Los datos de la semi-final nos dejaron claro que estábamos equivocados, pues de hecho la correlación entre patriotismo y audiencia aumentó.
Los índices de audiencia de la semifinal (junto con los comentarios que hemos recibido) nos hizo pensar otra teoría: cuánto más arriba llega la selección más personas patrióticas que normalmente no ven el fútbol acaban asomándose a sus patanllas para gozar de una victoria de España. A esto se le añade (según Laia) la oleada de patrotismo que vivía España estos días gracias a los logros de la selección de fútbol. Sin embargo, de nuevo los datos de audiencia de hoy no parecen confirmar del todo esta hipótesis. La correlación (y el R-cuadrado de la regresión lineal) son menores al de los de la semi-final.
Nos quedamos, pero, con que existe cierta relación entre el orgullo pátrio y sintonizar los partidos de nuestra selección. Pero debemos, de nuevo, matizar tras leer los comentarios de las anotaciones anteriores: Pepe y Laia nos sugerían que sólo el caso catalán y vasco dirigen la relación entre nacionalismo y audiencias. Tienen razón. Si excluimos estos dos casos, los datos dejan de mostrar una relación estadísitica, pero si sólo excluímos uno de ellos ésta se mantiene. El último gráfico es el resumen de los tres partidos: cuartos-final, semi-final y final.
El gráfico de arriba se ven las diferencias entre los tres partidos. En gran parte los patrones de relación se debe a cómo se comportaron Cataluña y País Vasco, que son los responsables de gran parte de la relación entre patriotismo y audiencia de la selección. También ha sido importante el comportamiento de Aragón, pues su baja audiencia(en comparación con su alto partriotismo) en cuartos de final estropeaba algo la relación. En la semi-final y final, la audiencia en Aragón aumentó sustantivamente a unos niveles más adecuados a lo que esperábamos. Algo pasó en esa comunidad durante el partido de cuartos que se nos escapa. A ver si algún ciudadano de esa comunidad nos ayuda a descubrir este misterio.
Finalmente, una pregunta por ahora sin respuesta: ¿Habrá influido la victoria de la selección al sentimiento patriótico de nuestros ciudadanos? ¿Nos sentimos ahora un poco más orgullosos de ser españoles?
actualización: pasen por el blog de wonkapistas para ver un estudio similar que parece ratificar nuestros hallazgos.
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Lean también:
La selección nacional(ista) -Semifinales
La selección nacional(ista)- Cuartos de final
2- Aragón por fin despierta: La mayor relación entre patriotismo y audiencia se debe sobretodo a que finalmente Aragón ha atendido a su orgullo patrio y se ha asomado masivamente a sus pantallas para apoyar a la selección. Es en esta comunidad donde la audiencia ha aumentado más con respecto a los cuartos de final (en 12 puntos porcentuales).
verde claro: cuartos de final; verde oscuro: semifinales
Así, los menos patrióticos se han mantenido fieles a sus principios y prefirieron ver otras cadenas. Pero en La Moqueta seguiremos atentos. El próximo domingo será la final; y ahí estaremos los moqueteros, vigilando de muy cerca a cada nacionalista-regionalista que se siente al sofá y decida con disimulo sintonizar el partido Alemania-España.
Actualización:
Me parece bastante simpática la idea que nos ofrece evaristo (ver comentarios) de comparar los partidos que juega la selección española con los partidos en los que nuestra selección no participa. El patriotismo debría mostrarse más fuerte en el primer caso. Aún así, puede que el patriotismo haga tener una mayor preferencia por el campeonato en general, sobretodo si España no está eliminiada. Pero en fin, el gráfico de abajo recoje la propuesta de evaristo. Dos cosas apoyan la tesis de que nacionalismo y selección están relacionados: la correlación entre nacionalismo y el partido Holanda-Rúsia es menor (de 0.5 comparado con 0.75 de la seminfinal), también el modelo de regresión se ajusta peor (con un R2 de 0.29 comparado con el 0.57 de la semifinal). Auque la relación entre nacionalismo y audiencias se mantiene, ésta es más débil, lo que es consistente con nuestra idea.
verde oscuro: semifinal España-Rúsia // verde claro: cuartos Holanda-Rúsia
(próxima entrega: Lunes 30 junio)
Etiquetas: futbol
Dejando al margen la anécdota del amigo Urkullu, me parece muy interesante la correlación que se produjo el pasado domingo entre orgullo patrio y cuota de audiencia del partido Italia-España. Vean el siguiente gráfico:
Según los datos de arriba, existe una fuerte relación entre el porcentaje de ciudadanos que se declaran orgullosos de ser españoles (según datos del CIS) y la audiencia de Cuatro durante el partido de cuartos. Ambas correlacionan en 0.6 y son estadísticamente significativas al p<0.05;
Hay algunas excepciones: Aragón debería haber visto más el partido pues es la segunda comunidad con más gente orgullosa de ser española; si Ignacio pisa la Moqueta hoy seguro que nos cuenta por qué. También sorprende la alta audiencia de Cuatro en Canarias, pues ahí no se caracterizan por su patriotismo.
Será muy interesante ver si este patrón se mantiene esta noche. ¿Realmente los nacionalistas-regionalistas más futboleros vencerán la tentación de ver como España se clasifica para la final? Esta noche será la prueba definitiva para ver que pesa más: la lealtad nacionalista o la pasión por el futbol.
Fuente: datos del CIS (estudio 2610) y de FormulaTV (www.formulatv.com)
Etiquetas: futbol
Esto lo escribíamos hace un par de semanas, pero cada día estamos más seguros que Solbes no va a salir bien parado en los próximos barómetros. El ministro de Economía era especialmente valorado por tener un marcado perfil de gestor, que se mantenía al margen de la dialéctica política de tertulia. El debate Pizarro-Solbes en la campaña electoral potenció aún más esa percepción, pues mientras el primero introdujo declaraciones poco afortunadas sobre terrorismo u otras cuestiones no económicas, el segundo se mostró seguro y convincente sobre su gestión y sus planes para el futuro.
Sin embargo, en las últimas semanas Solbes parece insistir demasiado en rechazar la mala situación en la que se encuentra la economía española. Negar en exceso la crisis que se avecina podía en su momento ayudar cambiar las expectativas de los ciudadanos. Pero sus esfuerzos parecen ya inútiles. Los datos demuestran que la percepción de crisis ya está bien instalada en la opinión pública. Ahora evitar obstinadamente la palabra “crisis” puede acabar girándose en contra del ministro. Vean como ejemplo el ridículo juego de tabú que se instaló en el gobierno catalán, aragonés y nacional cuando se evitaba inútilmente el término “trasvase” y se proponían alternativas como: “cañería”, “mini-trasvase”, “captación puntual” etc. De nada sirvió.
Con su insistencia en negar lo evidente, Solbes parece estar desviándose de ese rol de gestor al margen de las peleas políticas diarias que tanto le ha funcionado en el pasado. Ante este nuevo perfil del vicepresidente económico, ¿seguiremos viendo como su popularidad se mantiene al margen de la situación económica? Muy posiblemente no. Irónicamente, hemos llegado a una situación que cuanto menos hable Solbes de crisis económica peor le irá en las encuestas.
PRESIDENCIA:
- Ernest Benach: 1.875
- Joan Carretero: 1.937
- Joan Puigcercós: 2.616
- Jaume Renyer: 569
SECRETARIA GENERAL:
- Uriel Bertran: 1.294
- Rut Carandell: 1.384
- Rafel Niubó: 1.671
- Joan Ridao: 2.636
Los resultados por candidaturas, en número de votos, se pueden ver ilustrados en el gráfico siguiente, donde distinguimos los candidatos a presidencia y a secretaria general:
Puigcercós y Ridao son los ganadores de la jornada, pero es interesante ver como la candidatura de Carretero le sigue de cerca y que la de Bertran ha pinchado sobretodo por los malos resultados del candidato a presidencia, Jaume Renyer. Y es que si bien Bertran es el candidato a Secretario General que menos votos ha sacado, se ha quedado a menos de cien votos de Carandell.
Los resultados muestran que el partido ha votado a favor de cierto continuismo, pero que también ha votado por el cambio y la renovación. Y, de forma más importante, que ninguna de las alternativas suma una mayoría absoluta de votos. Que la militancia de el partido no queda representada en ninguna de las candidaturas, sino en la suma de ellas.
De hoy al sábado que viene los distintos grupos tienen que pactar una ejecutiva que salga elegida en el congreso nacional, y habrá que ver si Puigcercós será capaz de permitir cierta diversidad en la ejecutiva, que tanto marcará las futuras decisiones del partido. Está claro que solo no puede ni debe jugar, a pesar del ser el ganador de las primarias, pero ¿hasta que punto hará concesiones? Todo un enigma.
Os copio unos cuantos enlaces (la mayoría en catalán) con información relativa a las primarias de ERC y a la trayectoria política del ya presidente del partido Joan Puigcercós.
Comentario de los resultados.
Resultados de las candidaturas por territorio
La espera de Puigcercós (por Albert Balanzà)
Primer Superdissabte (por Sebastia Alzamora)
Etiquetas: esquerra
Mientras que el 71% percibe al PSOE como un partido moderado y sólo una reducida minoría del 16% lo considera muy o bastante radical, en el caso del PP sucede lo contrario: el 51% ve a este partido como muy o bastante radical y sólo el 37% cree que es moderado.
Las consecuencias políticas de quien considera al PP como radical son muy relevantes. Si son los votantes de izquierdas los que perciben al PP como radical, el resultado es que se activa “el voto del miedo”. En estas situaciones el PSOE se convierte en el punto focal de los votantes de izquierdas. El PP no perdería votantes en términos absolutos, pero su estrategia provocaría un aumento del voto al PSOE y, por ende, una pérdida relativa de votos. Algo similar ya comentamos en un artículo en Si ministro (centrarse para no asustar). Del artículo de Público se desprende que las conclusiones del PSOE van en este sentido.
Pero si los que perciben al PP como un partido radical son los votantes de centro, el resultado más probable es que los populares pierdan parte de su base electoral. Es decir, la pérdida de votantes del PP sería no sólo en términos relativos sino también en absolutos.
Dejadme que deje como evidencia empírica datos del CIS para ver cómo se comportaron los votantes de centro. Los dos gráficos de abajo comparan el recuerdo de voto por grupos ideológicos entre las encuestas postelectorales de 2004 y 2008. Los datos del CIS parecen indicar que quien más votantes de centro perdió en las últimas elecciones fue precisamente el PSOE, quien paso de recibir de un 40 a un 20 por ciento de los que se ubican ideológicamente en el 5. En cambio, este efecto no está tan claro en el caso del Partido Popular, cuyas pérdidas en ese espacio ideológico son más modestas.
El centro político según los datos del CIS se fue especialmente (en comparación a los otros grupos ideológicos) a las categorías de abstención y el misterioso “no contesta”. Está claro que por lo general el centro político no quedó satisfecho con la situación política de la anterior legislatura. Ambos partidos jugaron por los extremos; y parece ser que el PSOE es el que perdió más apoyos entre ese electorado.
Si el PP es muy radical y el PSOE muy poco, ¿por qué este último partido perdió más apoyos entre los votantes de centro? A priori parece algo incompatible, aunque como siempre hay muchos otros factores que entran en la ecuación. La explicación más sencilla, pero, es que simplemente los ciudadanos que valoran al PP como muy radical son sólo los votantes de izquierdas que no votarían al PP de todos modos. La opinión de los votantes de centro parece ser que es incluso la opuesta. A falta del estudio del PSOE, el instinto nos dice que, en la pasada legislatura, los votantes de centro percibieron especialmente al PSOE como un partido radical.
Conclusiones: El PP debe mejorar el efecto rechazo que generó su estrategia electoral de la pasada legislatura entre los votantes de izquierdas y que acabó activando el voto del miedo. Por otro lado, el PSOE debe tomarse en serio su perdida de base electoral entre los votantes de centro efectuando una legislatura más sosegada. Ya lo contaremos con más detenimiento en futuras anotaciones, pero la moqueta tiene la impresión que la tarea del PSOE puede ser más difícil que la del PP.
Su primera respuesta fue cuando menos curiosa. Parece ser que mis historias románticas siempre resultarán fracasadas, porque alguien me hizo brujería. Eso sí, por unos módicos 250$ ella lo resolvía en una tarde. Como ya no me atreví a preguntar más cosas personales, la bruja me dijo que Clinton se retiraría hoy.
Parece tener razón, pues Hillary ha organizado un acto a las 7pm (01:00am en España) en la ciudad que le dió la gloria política y todavía la respalda con todas sus fuerzas (57,4%), Nueva York. Es tal la afluencia de periodistas a la gran manzana, que los hoteles han triplicado su precio (la habitación sencilla del Hilton, a 600$ la noche). Todo está vendido. Otra cosa es si hubiera sido mejor Clinton u Obama contra McCain...
Lo dicho, los Klingon se retiran. Vae Victis!
Los datos que recogemos son las estimaciones de voto según los barómetros del CIS de las legislaturas de Aznar y Zapatero. En ellos se puede apreciar el efecto luna de miel tras las elecciones. De las cuatro legislaturas destacan especialmente dos:
1-El primer gobierno de Aznar tiene curiosamente un periodo anti-luna de miel, seguramente debido a la inesperada “dulce derrota” del PSOE. Lo cierto, es que contrariamente a lo ocurrido en las últimas legislaturas, Aznar empezó su primer mandato sin contar con el entusiasmo del electorado español. Éste tuvo que esperar hasta la segunda parte de la legislatura (después de la caída de Borrell) para empezar a liderar las encuestas.
2-Por el contrario, el primer gobierno de Zapatero gozó de una luna de miel no apta para diabéticos. Si en enero del 2004 el PSOE perdía según el CIS por 6 puntos porcentuales, un mes después de su victoria éste aventajaba al PP por unos 10 puntos. Entonces, los populares fueron severamente castigados por la gestión del atentado del 11M a la vez que Zapatero conseguía ilusionar a gran parte del electorado con un nuevo talante. El problema es que las altas expectativas generan posteriores desilusiones. La caída de Zapatero en los primeros dos años de su legislatura es notable.
En la actualidad nos encontramos en el inicio de una nueva luna de miel. Ésta puede deberse tanto a la renovada ilusión que ha generado el nuevo ejecutivo de Zapatero, hábilmente vendido como renovado y femenino, como a la desaceleración del PP. Es de esperar que, como en las anteriores ocasiones, este aumento del PSOE post-electoral sea transitorio. Ahora bien, la duración de la nueva luna de miel que vive Zapatero puede que sea directamente proporcional a cuánto tarda el PP en ordenar sus asuntos internos. Por ahora parece que los barones territoriales presionan para mantener a Rajoy hasta su desgaste final en las elecciones autonómicas que se avecinan. Si así fuera, es muy posible que el asalto del PP no empezara hasta mediados del año que viene. Hasta entonces, sol, playa y barra libre de mojitos.