No seamos cortoplacistas e intentemos ver los datos con perspectiva. Si bien es cierto que el PSOE se está distanciando del PP tanto en intención como en estimación de voto, este dato es muy probable que sea un mero producto del efecto conocido en la jerga política como el “honeymoon period”. Existe la regularidad empírica de que los gobiernos gozan de un período inicial dulce o de tregua con la opinión pública que progresivamente va desapareciendo. Por ejemplo, en España es fácil ver este efecto luna de miel en el siguiente gráfico:
Los datos que recogemos son las estimaciones de voto según los barómetros del CIS de las legislaturas de Aznar y Zapatero. En ellos se puede apreciar el efecto luna de miel tras las elecciones. De las cuatro legislaturas destacan especialmente dos:
1-El primer gobierno de Aznar tiene curiosamente un periodo anti-luna de miel, seguramente debido a la inesperada “dulce derrota” del PSOE. Lo cierto, es que contrariamente a lo ocurrido en las últimas legislaturas, Aznar empezó su primer mandato sin contar con el entusiasmo del electorado español. Éste tuvo que esperar hasta la segunda parte de la legislatura (después de la caída de Borrell) para empezar a liderar las encuestas.
2-Por el contrario, el primer gobierno de Zapatero gozó de una luna de miel no apta para diabéticos. Si en enero del 2004 el PSOE perdía según el CIS por 6 puntos porcentuales, un mes después de su victoria éste aventajaba al PP por unos 10 puntos. Entonces, los populares fueron severamente castigados por la gestión del atentado del 11M a la vez que Zapatero conseguía ilusionar a gran parte del electorado con un nuevo talante. El problema es que las altas expectativas generan posteriores desilusiones. La caída de Zapatero en los primeros dos años de su legislatura es notable.
En la actualidad nos encontramos en el inicio de una nueva luna de miel. Ésta puede deberse tanto a la renovada ilusión que ha generado el nuevo ejecutivo de Zapatero, hábilmente vendido como renovado y femenino, como a la desaceleración del PP. Es de esperar que, como en las anteriores ocasiones, este aumento del PSOE post-electoral sea transitorio. Ahora bien, la duración de la nueva luna de miel que vive Zapatero puede que sea directamente proporcional a cuánto tarda el PP en ordenar sus asuntos internos. Por ahora parece que los barones territoriales presionan para mantener a Rajoy hasta su desgaste final en las elecciones autonómicas que se avecinan. Si así fuera, es muy posible que el asalto del PP no empezara hasta mediados del año que viene. Hasta entonces, sol, playa y barra libre de mojitos.
Los datos que recogemos son las estimaciones de voto según los barómetros del CIS de las legislaturas de Aznar y Zapatero. En ellos se puede apreciar el efecto luna de miel tras las elecciones. De las cuatro legislaturas destacan especialmente dos:
1-El primer gobierno de Aznar tiene curiosamente un periodo anti-luna de miel, seguramente debido a la inesperada “dulce derrota” del PSOE. Lo cierto, es que contrariamente a lo ocurrido en las últimas legislaturas, Aznar empezó su primer mandato sin contar con el entusiasmo del electorado español. Éste tuvo que esperar hasta la segunda parte de la legislatura (después de la caída de Borrell) para empezar a liderar las encuestas.
2-Por el contrario, el primer gobierno de Zapatero gozó de una luna de miel no apta para diabéticos. Si en enero del 2004 el PSOE perdía según el CIS por 6 puntos porcentuales, un mes después de su victoria éste aventajaba al PP por unos 10 puntos. Entonces, los populares fueron severamente castigados por la gestión del atentado del 11M a la vez que Zapatero conseguía ilusionar a gran parte del electorado con un nuevo talante. El problema es que las altas expectativas generan posteriores desilusiones. La caída de Zapatero en los primeros dos años de su legislatura es notable.
En la actualidad nos encontramos en el inicio de una nueva luna de miel. Ésta puede deberse tanto a la renovada ilusión que ha generado el nuevo ejecutivo de Zapatero, hábilmente vendido como renovado y femenino, como a la desaceleración del PP. Es de esperar que, como en las anteriores ocasiones, este aumento del PSOE post-electoral sea transitorio. Ahora bien, la duración de la nueva luna de miel que vive Zapatero puede que sea directamente proporcional a cuánto tarda el PP en ordenar sus asuntos internos. Por ahora parece que los barones territoriales presionan para mantener a Rajoy hasta su desgaste final en las elecciones autonómicas que se avecinan. Si así fuera, es muy posible que el asalto del PP no empezara hasta mediados del año que viene. Hasta entonces, sol, playa y barra libre de mojitos.
Estoy de acuerdo que la luna de miel zapateril es proporcional al jaleo en el PP. Mientras no se cierre filas entorno a Rajoy o quien sea, no se podrá empezar a meter palos al Gobierno. Y si eso no pasa, la sociedad difícilmente puede crearse una opinión negativa sobre el Ejecutivo de turno.
Estoy preocupado. Esta "luna de miel" ha surgido del horizonte acompañada por asuntos bastante turbios... Por ejemplo, un endurecimiento de la política de inmigración; por ejemplo, una actitud tibia en torno a los símbolos religiosos en la vida pública; por ejemplo, la aparente inactividad en el combate de la crisis económica. Estoy preocupado.
Comparto con testigo la preocupación, y lo peor de ésta es que visto lo visto se va a mantener o incrementarse, porque con buenas palabras y eufemismos el euríbor no baja, tampoco el precio de los combustibles y menos la cesta de compra. Vaya, esto es pesimismo del duro
Y las cañas (y tapas) son cada día más caras en Madrid: buen síntoma de la crisis económica de la que tan poco se quiere hablar...
Lluís, genial post.
Y para seguir hablando metafóricamante, como Testigo, también me preocupan los posible daños colaterales de la luna de miel. Espero que no nos arruinemos a base de mojitos, o peor, que acabemos todos alcohólicos o viendo doble...