Ideología y consumo de medios de comunicación, 1993-2008
13 Ocurrencias Escrito por Lluis el 19.6.09 a las 10:54.

Contrariamente a lo que ocurre en la mayoría de países anglosajones, los medios de comunicación de nuestro país están estrechamente comprometidos con ciertos intereses políticos y partidistas. La independencia de nuestros medios es más bien escasa; como comentan Hallin y Mancini en su libro “Comparing media systems” (2004), las agendas de los medios de comunicación españoles no obedecen sólo a los juicios periodísticos sobre el valor de las noticias sino que también responden a cuestiones meramente políticas.
En cierto modo, la oferta mediática en España se caracteriza por sus altos niveles de pluralismo externo y sus bajos niveles de pluralismo interno, esto es, se caracteriza por una gran diversidad de medios de comunicación con opiniones monocolores que, en su conjunto, configuran un quiosco ideológicamente heterogéneo.
La falta de pluralismo interno en los medios en nuestro país facilita que los españoles eviten exponerse a mensajes cruzados y opiniones dispares cuando consumen información política. Los españoles que quieren protegerse de opiniones contrarias a las suyas simplemente deben limitarse a consumir los medios afines, pues raramente la COPE molestará a su audiencia conservadora con mensajes progresistas ni la SER someterá a su audiencia progre al engorro de comparar sus ideas con las conservadoras.
Es por ese motivo que el consumo de medios en España se caracteriza por sus altas dosis de polarización ideológica. Hace un año os mostramos en esta anotación que el consumo de medios en España está altamente influenciado por la ideología del consumidor. Como consecuencia, la mayoría de los medios de comunicación no cuentan con una audiencia ideológicamente moderada o de centro, sino altamente ideologizada que refleja el “sectarismo” de la línea editorial del medio.
Este año he tenido la oportunidad de encargarme del capítulo sobre los medios de comunicación en el ‘Informe sobre la Democracia en España’ que publica la Fundación Alternativas y, entre otras cuestiones, he intentado estudiar con mayor detalle este fenómeno: la polarización ideológica en el consumo de medios. Entre los diferentes temas que discuto en ese capítulo, muestro un gráfico muy revelador sobre como la polarización ideológica en el consumo de medios ha evolucionado entre 1990s hasta la actualidad.
En cierto modo, la oferta mediática en España se caracteriza por sus altos niveles de pluralismo externo y sus bajos niveles de pluralismo interno, esto es, se caracteriza por una gran diversidad de medios de comunicación con opiniones monocolores que, en su conjunto, configuran un quiosco ideológicamente heterogéneo.
La falta de pluralismo interno en los medios en nuestro país facilita que los españoles eviten exponerse a mensajes cruzados y opiniones dispares cuando consumen información política. Los españoles que quieren protegerse de opiniones contrarias a las suyas simplemente deben limitarse a consumir los medios afines, pues raramente la COPE molestará a su audiencia conservadora con mensajes progresistas ni la SER someterá a su audiencia progre al engorro de comparar sus ideas con las conservadoras.
Es por ese motivo que el consumo de medios en España se caracteriza por sus altas dosis de polarización ideológica. Hace un año os mostramos en esta anotación que el consumo de medios en España está altamente influenciado por la ideología del consumidor. Como consecuencia, la mayoría de los medios de comunicación no cuentan con una audiencia ideológicamente moderada o de centro, sino altamente ideologizada que refleja el “sectarismo” de la línea editorial del medio.
Este año he tenido la oportunidad de encargarme del capítulo sobre los medios de comunicación en el ‘Informe sobre la Democracia en España’ que publica la Fundación Alternativas y, entre otras cuestiones, he intentado estudiar con mayor detalle este fenómeno: la polarización ideológica en el consumo de medios. Entre los diferentes temas que discuto en ese capítulo, muestro un gráfico muy revelador sobre como la polarización ideológica en el consumo de medios ha evolucionado entre 1990s hasta la actualidad.

Del gráfico se desprenden dos conclusiones interesantes:
(i) la prensa es el medio con mayor polarización. Las diferencias ideológicas de la audiencia de los principales rotativos del país supera notablemente a los de la televisión y radio.
(ii) La polarización ideológica en la prensa y radio se mantuvo estable durante los años 1993 y 2004, pero ésta ha aumentado sustancialmente durante los últimos cuatro años (lo contrario ocurre con la televisión).
El hecho de que la ideología importe cada vez más a la hora de comprar un periódico o sintonizar una emisora es un indicio de que los medios de comunicación muestran hoy unos perfiles ideológicamente más extremistas y menos plurales. La creciente polarización ideológica en el consumo de medios es una clara metáfora de lo que ha ocurrido en los últimos años en la vida política de nuestro país, caracterizada por sus crecientes dosis de crispación.
Pero algunos periódicos y radios son más responsables que otros de esta creciente polarización ideológica. ¿Cuáles? Más en el Informe sobre la Democracia en España 2009
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…o el lunes: la Fundación Alternativas presenta el Informe sobre la Democracia 2009, a Barcelona al Cercle de Economía –Provença 198- a manos de Pere Portabella, Josep Ramonoeda, Joaquín Estefanía, Juan Manuel Eguiegaray y Julián Santamaría. ¿Alguien se apunta?
A pesar de que España es cada día menos devota, los católicos practicantes siguen tan o incluso más decididos que nunca a mezclar fe y política. La agenda liberal en materia de derechos civiles del anterior y actual gobierno de Zapatero ha conseguido deteriorar considerablemente las relaciones iglesia-Estado. La iglesia Católica ha estado estos últimos años especialmente activa en la vida política española. Incluso, en la pasada campaña electoral advirtió a sus fieles que "no todos los programas [de los partidos] son igualmente compatibles con las exigencias de la vida cristiana". La religiosidad como un eje de conflicto político en nuestro país parece más vivo que nunca.
El intenso proceso de secularización que ha tenido lugar en España durante las pasadas tres décadas nos podría hacer pesar que las cuestiones en materia religiosa son cada vez menos relevantes. Es bien sabido que España es cada vez menos católica y asiste con menos frecuencia a los oficios religiosos. Una simple ojeada a las encuestas del CIS es suficiente para observar la importante crisis que sufre la religión católica en nuestro país. Si bien en 1979 menos de un 10% de los españoles se declaraban no religiosos, este número se ha duplicado hasta alcanzar una quinta parte de los ciudadanos españoles. Contrariamente, los españoles católicos que acuden a oficios religiosos semanalmente han descendido a más de la mitad, pasando del considerable 35% de la población a un 13% en la actualidad.

Sin embargo, este proceso de secularización no ha impedido que los católicos que aún asisten regularmente a misa mantengan su compromiso de votar sólo a esos partidos que se muestren "compatibles con las exigencias de la vida cristiana". Así lo sugieren los datos del CIS, de los que podemos extraer tres grandes conclusiones sobre la relación entre religión y voto en nuestro país:
(1) Por lo general no existen diferencias entre el voto de los ciudadanos sin religión (sean ateos o agnósticos) y el de los católicos no practicantes. Ambos grupos representan actualmente dos tercios del electorado español y mantienen un apoyo similar a los partidos de izquierda (PSOE e IU/PCE).
(2) Las diferencias aparecen entre los católicos muy practicantes (que asisten frecuentemente a misa) y el resto de los ciudadanos. Los muy católicos son una proporción pequeña del electorado (en torno a un 15%), pero son poco proclives a votar a los partidos de izquierdas. El PSOE e IU apenas cosechan conjuntamente menos de un tercio de este grupo. Se trata de un claro indicio de que la fe tiene una incidencia sobre el voto de este colectivo.
(3) Aunque los ciudadanos sin religión y los católicos no practicantes han apoyado a los partidos de izquierda en una proporción similar, las diferencias parecen haber aumentado en los últimos años. Sin embargo, éstas no se producen con la llegada de Zapatero a la Moncloa sino en el año 2000.

La izquierda y la fe católica siguen siendo malas compañeras de viaje. La izquierda de nuestro país mantiene unos pésimos resultados entre los católicos más practicantes y, ante una agenda de fuerte carga liberal del actual gobierno del PSOE, es poco probable que este patrón cambie a corto plazo. Pero imaginamos que el "ala oeste" de La Moncloa no debe de estar demasiado preocupado por un colectivo cuya importancia demográfica está en caída libre. El PSOE, en todo caso, debería estar más preocupado por la pérdida de apoyos entre los católicos no practicantes, un grupo muy numeroso (y en aumento) que parece cada día ser menos amigo de lo progre.
Fuente de los datos: elaboración propia a partir del banco de datos del CIS
Lean el nuevo artículo de Ignacio Sánchez Cuenca en El País. Es material de primera para las discusiones que nos gustan en la Moqueta. Os ofrezco un "trailer" del articulo:
El perfil del centrista
El perfil del centrista
"El centro no es una ideología. Cuando en las encuestas se le pide a la gente situada en el centro de la escala ideológica que se identifique con alguna familia ideológica, se descubre una variedad enorme de respuestas. Se trata de un territorio muy heterogéneo, poblado por prácticamente todas las familias ideológicas."
"Los centristas, por no tener unas creencias políticas bien definidas, son mucho más sensibles a consideraciones no ideológicas que el resto del electorado... Así, los centristas otorgan mayor importancia que otros grupos a asuntos como el liderazgo, las divisiones internas de los partidos, la capacidad de lograr consensos, la confianza que despiertan los candidatos, o la eficacia a la hora de traducir las propuestas en resultados."
"Los centristas encuentran ciertas dificultades para integrar en un mismo esquema cuestiones políticas heterogéneas. La ideología proporciona una visión totalizadora e integradora de la política: sus principios se pueden utilizar como criterio de decisión en contextos muy distintos"
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Su influencia en las estrategias de los partidos
"Si tenemos en cuenta que, de acuerdo con el continuo ideológico tradicional, hay más centristas próximos al PSOE que al PP, no resulta tan misteriosa la estrategia de la crispación del PP. La derecha, si quiere recabar apoyos de los centristas, o si pretende que los centristas dejen de votar al PSOE, tiene que orientar su discurso hacia cuestiones que rebajen la importancia de la proximidad ideológica en el voto."
Etiquetas: ciencia politica, ideologia, politica