La Economía, Estúpido (III): ¿Dónde perderá Zapatero apoyos?
2 Ocurrencias Escrito por Alex Guerrero el 8.2.08 a las 23:02.
Generalmente, los politólogos hacemos cábalas electorales tomando en cuenta la ideología de los votantes. La ideología proporciona una cosmología de ideas que te permite interpretar la realidad mediante atajos (así, valoras las políticas sociales en cuanto proporcionan igualdad de oportunidades, porque se piensa que eso conduce a la justicia).
Recibimos información (p.ej. crisis económica), nuestro cerebro la procesa bajo el lente ideológico (percepción de la realidad), y a continuación la analiza para llegar a conclusiones sobre el futuro (expectativas). Veamos como funciona:
Ahora bien, este enfoque es demasiado general, y a pesar de que todos los votantes tienen esas gafas ideológicas que les provocan miopía, el impacto de la crisis económica real va a ser percibido subjetivamente de manera distinta por los individuos, según su posición socioeconómica y laboral. Para ello miremos el último barómetro del CIS, pero segregando a los votantes de acuerdo a su posición socioeconómica (clase).
Lo sorprendente es que entre los más afectados por el crash del ladrillo (los capataces, obreros cualificados y sin cualificar) no sientan de manera especial la crisis económica, comparados con el resto de la población.
Por tanto, las expectativas de Zapatero están muy ligadas a contener la destrucción de empleo y la depresión del consumo interno, las dos principales fuentes de "malestar económico" entre los votantes. Como en Moncloa ya lo saben, ya han empezado a contener el número de parados, y de comerciantes perdiendo dinero en sus negocios.
Recibimos información (p.ej. crisis económica), nuestro cerebro la procesa bajo el lente ideológico (percepción de la realidad), y a continuación la analiza para llegar a conclusiones sobre el futuro (expectativas). Veamos como funciona:
- Examinando el último barómetro del CIS, vemos que los votantes del PSOE e IU, así como los jóvenes, son mucho menos catastrofistas respecto a la situación económica actual. Mientras, los votantes del PP son ligeramente más pesimistas que la media. Y por su parte, los abstencionistas lo veían todo realmente negro ya a principios de 2008.
- Por si fuera poco, los votantes del PSOE son muchísimo más optimistas que la media respecto a como estará la economía española el próximo año. Por su parte, los votantes de partidos que no están en el gobierno (PP y el resto) son mucho más pesimistas en sus expectativas futuras.
Ahora bien, este enfoque es demasiado general, y a pesar de que todos los votantes tienen esas gafas ideológicas que les provocan miopía, el impacto de la crisis económica real va a ser percibido subjetivamente de manera distinta por los individuos, según su posición socioeconómica y laboral. Para ello miremos el último barómetro del CIS, pero segregando a los votantes de acuerdo a su posición socioeconómica (clase).
- Los parados, así como los comerciantes y pequeños empresarios, tienen una visión extremadamente negativa de la situación económica actual. Tiene sentido: unos son víctimas de la crisis, los otros reciben el impacto directamente en sus ingresos (mientras que los asalariados están en empresas que recortan beneficios). Por contra, los profesionales, asalariados de nivel medio, altos cargos y estudiantes son mucho menos dramáticos que la media respecto al ciclo económico. Seguramente porque su situación laboral es buena, bien remunerada o, en el último caso, porque todavía no se enfrentan directamente al "mercado".
- Pero las tornas cambian cuando se trata de expectativas. Todos los grupos sociales, excepto los estudiantes y los profesionales, tienen una visión bastante negativa de hacia donde va la economía. Y sólo la ideología puede explicar eso.
Lo sorprendente es que entre los más afectados por el crash del ladrillo (los capataces, obreros cualificados y sin cualificar) no sientan de manera especial la crisis económica, comparados con el resto de la población.
Por tanto, las expectativas de Zapatero están muy ligadas a contener la destrucción de empleo y la depresión del consumo interno, las dos principales fuentes de "malestar económico" entre los votantes. Como en Moncloa ya lo saben, ya han empezado a contener el número de parados, y de comerciantes perdiendo dinero en sus negocios.
Etiquetas: 9M, ciencia politica, economia, elecciones, politica
El último dato de crecimiento económico [PIB] pone las cosas en su lugar: es DESACELERACIÓN, no CRISIS. El último dato de inflación [IPC] revela que el crecimiento de los precios se va estabilizando. Quizá el paro de febrero suba, pero no al nivel de enero...
Con estos mimbres, lo que no está claro... es si el panorama sonrío se acabará desdibujando antes del 9M. Sea cual sea su influencia.
Un abrazo. Os enlazo.
Gracias por el enlace, Testigo. :)
No sé si está tan claro lo que comentas: si bien el plof del sector immobiliario no se ha notado mucho, eso s edebe a que las constructoras están trabajando en los proyectos que se cerraron a mediados y finales de 2007. El verdadero subidón de paro en ese sector se sentirá a partir del verano. Post-electoral.
La inflación se estabilizará en tanto el BCE no baje los tipos, pero parece ser que lo hará en su próxima reunión.
Todo esto no tiene necesariamente que afectar a la decisión de voto, como apuntaba Becario en Moncloa recientemente (a principios de semana).