La economía, estúpido (II): ¿por qué Zapatero no anticipó las elecciones generales?
5 Ocurrencias Escrito por Lluis el 23.1.08 a las 12:57.En los sistemas parlamentarios, el Primer Ministro normalmente tiene la prerrogativa de disolver la cámara legislativa y convocar elecciones anticipadas. Los buenos estrategas políticos procuran calcular el mejor momento para presentarse al examen de las urnas. Cuando las cosas van bien y se prevén malos tiempos los gobiernos suelen avanzar las elecciones para evitar el eventual castigo electoral. No hacerlo puede costarles el cargo. Os detallo dos casos opuestos que comenta José María Maravall en su artículo The stategy of electoral timing:
Reino Unido: El laborista James Callaghan se equivoca
Los británicos esperaban una anticipación de las elecciones para octubre de 1978. En ese período los indicadores económicos eran buenos, las relaciones industriales o sindicales eran relativamente pacificas y las encuestas favorables para el Partido Laborista. Sin embargo, Callaghan, que hacia sólo dos años que era Primer Ministro, pospuso finalmente las elecciones hasta 1979 para gozar algo más de su mandato. Le costó caro. Si en noviembre de 1978 los laboristas lideraban las encuestas en 5 puntos, dos meses más tarde los Conservadores se imponían. Finalmente Margaret Thatcher ganó las elecciones por 7 puntos porcentuales de ventaja.
España: El socialista Felipe González acierta
El Presidente español Felipe González decide en abril de 1993 anticipar las elecciones, esperadas para el año siguiente. González vió que la intención de voto al PSOE había aumentado respecto los meses anteriores e interpretó este aumento como algo temporal. Ante el temor de una caída posterior decide anticipar las elecciones. Contra todos los pronósticos, vuelve a ganarlas.
Y aún hay un tercer caso,
Reino Unido: El laborista James Callaghan se equivoca
Los británicos esperaban una anticipación de las elecciones para octubre de 1978. En ese período los indicadores económicos eran buenos, las relaciones industriales o sindicales eran relativamente pacificas y las encuestas favorables para el Partido Laborista. Sin embargo, Callaghan, que hacia sólo dos años que era Primer Ministro, pospuso finalmente las elecciones hasta 1979 para gozar algo más de su mandato. Le costó caro. Si en noviembre de 1978 los laboristas lideraban las encuestas en 5 puntos, dos meses más tarde los Conservadores se imponían. Finalmente Margaret Thatcher ganó las elecciones por 7 puntos porcentuales de ventaja.
España: El socialista Felipe González acierta
El Presidente español Felipe González decide en abril de 1993 anticipar las elecciones, esperadas para el año siguiente. González vió que la intención de voto al PSOE había aumentado respecto los meses anteriores e interpretó este aumento como algo temporal. Ante el temor de una caída posterior decide anticipar las elecciones. Contra todos los pronósticos, vuelve a ganarlas.
Y aún hay un tercer caso,
España: José María Aznar se ata las manos.
Un joven candidato a la presidencia llamado Jose María Aznar sorprendió al electorado con el anuncio de nunca anticipar las elecciones. Su argumento: la gente percibe la anticipación de las elecciones como una señal de incompetencia del gobierno.
¿A quién se parece Zapatero?
El actual Presidente ha asumido las tesis de Aznar, convirtiendo en una tradición el cumplimento estricto del calendario electoral. Es curioso que estos dos últimos presidentes hayan renunciado a un arma electoral tan potente, sobretodo si tenemos en cuenta que Maravall demuestra que la popularidad del gobierno no se resiente por el hecho de anticipar elecciones.
Los datos económicos parecen haber empeorado en las últimas semanas, el pesimismo empieza a calar y es posible que la popularidad del gobierno se resienta. Sólo era necesario anticipar tres meses las elecciones para evitar todo este potencial coste. A finales del 2007, Zapatero gozaba de un momento idóneo, el Estatut y la tregua quedaban lejos. La economía aún era más que vendible. No anticipar fue, sin duda, un error estratégico que quizás (de momento aún poco probable) convierta a Rodríguez Zapatero en el James Callaghan español.
Un joven candidato a la presidencia llamado Jose María Aznar sorprendió al electorado con el anuncio de nunca anticipar las elecciones. Su argumento: la gente percibe la anticipación de las elecciones como una señal de incompetencia del gobierno.
¿A quién se parece Zapatero?
El actual Presidente ha asumido las tesis de Aznar, convirtiendo en una tradición el cumplimento estricto del calendario electoral. Es curioso que estos dos últimos presidentes hayan renunciado a un arma electoral tan potente, sobretodo si tenemos en cuenta que Maravall demuestra que la popularidad del gobierno no se resiente por el hecho de anticipar elecciones.
Los datos económicos parecen haber empeorado en las últimas semanas, el pesimismo empieza a calar y es posible que la popularidad del gobierno se resienta. Sólo era necesario anticipar tres meses las elecciones para evitar todo este potencial coste. A finales del 2007, Zapatero gozaba de un momento idóneo, el Estatut y la tregua quedaban lejos. La economía aún era más que vendible. No anticipar fue, sin duda, un error estratégico que quizás (de momento aún poco probable) convierta a Rodríguez Zapatero en el James Callaghan español.
Etiquetas: 9M, ciencia politica, elecciones, españa
bueno, esto si el voto economico realmente existe:)
hablando en serio...siguiendo a Przeworski y Cheibub no esta claro que haya un castigo economico a los gobiernos...excepto en caso de un aumento del desempleo, lo cual si que esta pasando en Spain.
veremos lo que ocurre.
Estos son los datos:
2004 10.6%
2005 9.2%
2006 8.5%
2007 8.2% (primer trimestre)
2007 8.1% (segundo trimestre)
2007 8.0% (tercer trimestre)
2007 8.3% (cuarto trimestre)
La tendencia al alza es demasiado moderada como para tener un impacto electoral fuerte, a no ser que los medios la magnifiquen por falta de noticias. Incluso el balance de 2007 es bueno (-0,2% en desempleo).
Fuente (2004-2007): http://stats.oecd.org/WBOS/Default.aspx?QueryName=251&QueryType=View&Lang=en
Fuente (Q4 2007):
http://www.lostiempos.com/noticias/26-01-07/26_01_07_ultimas_eco2.php
Maravall es profesor de algun@/s de vosotro/s, ¿verdad?
¿Habéis leído la noticia?:
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Jose/Maria/Maravall/Premio/Nacional/Sociologia/elpepisoc/20080125elpepisoc_6/Tes
Sigo leyendo vuestros artículos religiosamente. ¡Pero actualizad con más frecuencia! :)
alex, ÉL fue profesor de todos nosotros. está en el origen del vínculo moquetil.
ÉL es el maestro :)
Mira que siempre se me había pasado por la cabeza, más de puntillas que de otra forma, que el anticipo de las elecciones siempre se hacía cuando éste era imprescindible dada la situación presente o inmediata. Así que me he metido entre pecho y espalda todo el artículo de Maravall. Y uf, muy, muy interesante, aunque pelín racionalista para mi gusto.
Lo malo es que después de leérmelo ya no tengo claro lo que quería decir aquí. Y sé que quería decir algo. A ver, intentémoslo.
Imagino que lo que Aznar impuso es realmente una "tradición". Dejó caer que era una señal de debilidad, el convocar elecciones anticipadas, y el mensaje, más que menos, acabó calando en el electorado español. Electorado que, por lo demás, es considerablemente volátil en lo que a ensalzar y destrozar líderes concierne. En fin. El caso es que Zapatero & Co. debieron plantearse sin duda la cuestión hacia mediados de 2007, pongamos entre verano y octubre. Solbes debió hacer referencia a la posible desaceleración, pero consideraron que ésta iba a ser tan leve (y realmente lo es) que un posible desgaste por convocar anticipadas sería peor. ¿Por qué? Pues porque tienen miedo de darle munición al Partido Popular para que consiga no tanto movilizar a la derecha como desmovilizar a la izquierda. Y pensarían que la munición de una coyuntura algo peor en cuestión económica sería considerablemente menos pesada. Que serían capaces de explicar cualquier tipo de problema de una forma más efectiva que explicar el adelanto de las elecciones. No sé si acertaron o no, simplemente intento seguir su posible razonamiento. Aunque si tengo que tomar partido, creo que de momento acertar no sé, pero no han fallado. Ya veremos cómo avanza la campaña y la coyuntura. No económica (sólo), sino en todos los sentidos.