La izquierda abertzale, entre la salida y la lealtad
1 Ocurrencias Escrito por Lluis el 23.5.08 a las 11:40.
Cuando estábamos preparando el post sobre el futuro Lehendakari Patxi López, nos encontramos con un dato que, aunque conocido, siempre es bonito de ver con números: la izquierda abertzale se caracteriza por su alta lealtad a su partido. En efecto, Batasuna suele sufrir pocas bajas entre su electorado, aunque, a cambio, tiene también mucha dificultad para captar nuevos votantes. Se trata de un grupo movilizado y cerrado: con pocas entradas pero también con pocas salidas.
Según los datos de encuesta, el votante de Batasuna (o de sus otras marcas) suele ser el menos propenso a cambiar de partido de entre el electorado vasco. Las tasas de lealtad se mantienen en torno al 90 por ciento con excepción de las elecciones del 2001 donde ésta cayó hasta el 50 por ciento. ¿Qué pasó en esas elecciones? En el año 1998, EH consiguió muy buenos resultados como consecuencia de la tregua de ETA. Entonces, muchos nacionalistas vascos que no solían votar a este partido lo hicieron como una forma de apoyar el proceso. Después de la ruptura de la tregua, estos nacionalistas dejaron de votar a EH y optaron mayoritariamente por votar al PNV. Sin embargo, la fuga de este voto nacionalista prestado no puede explicar todo el declive de la izquierda abertzale en el 2001, pues éste cosechó peores resultados que en las elecciones de 1994. La caída de EH se debió también a que muchos votantes tradicionales de este partido se cansaron entonces de la opción lealtad y decidieron esta vez escoger la opción salida.
Según los datos de encuesta, el votante de Batasuna (o de sus otras marcas) suele ser el menos propenso a cambiar de partido de entre el electorado vasco. Las tasas de lealtad se mantienen en torno al 90 por ciento con excepción de las elecciones del 2001 donde ésta cayó hasta el 50 por ciento. ¿Qué pasó en esas elecciones? En el año 1998, EH consiguió muy buenos resultados como consecuencia de la tregua de ETA. Entonces, muchos nacionalistas vascos que no solían votar a este partido lo hicieron como una forma de apoyar el proceso. Después de la ruptura de la tregua, estos nacionalistas dejaron de votar a EH y optaron mayoritariamente por votar al PNV. Sin embargo, la fuga de este voto nacionalista prestado no puede explicar todo el declive de la izquierda abertzale en el 2001, pues éste cosechó peores resultados que en las elecciones de 1994. La caída de EH se debió también a que muchos votantes tradicionales de este partido se cansaron entonces de la opción lealtad y decidieron esta vez escoger la opción salida.
nota: datos post-electorales del CIS
El escenario de las futuras elecciones vascas es similar, pues se convocarán en un contexto de tregua fallida. ¿Debemos esperar esta vez otra caída de la lealtad entre la izquierda abertzale? Aunque algunos podrían pensar que la historia podría repetirse, quizás la interpretación más probable es que los desencantados ya se fueron en el 2001. Es posible que los leales que quedan no sean demasiado sensibles al tema del fin de la tregua. No obstante, hay otro factor que puede reducir la lealtad de este grupo: si Batasuna no consigue colar ninguna candidatura en las elecciones y opta por el boicot, ¿seguirá la izquierda abertzale leal a su partido dejando que Ajuria Enea la ocupe un Lehendakari llamado López? Quizás la urticaria que produce a algunos “batasunos” la idea de que un constitucionalista consiga la lehendakaritza haga que muchos de ellos opten estratégicamente por votar al PNV. La izquierda abertzale se debatirá en esta ocasión entre la opción lealtad o la opción salida estratégica. Veremos que acaba pesando más.
Etiquetas: pais vasco, politica
Cuestión interesante, ya que la opción del electorado tradicional de HB/Batasuna será decisivo en los resultados y en la futura gobernabilidad. Hay dos factores clave: uno, que los que votaron EHAK ya parecen ser el cogollo de los votantes abertzales, sin voto "prestado". Por lo tanto, parecerían más reacios a optar por EA o PNV que los que abandonaron EH en 2001. Dos, como fuerza en sentido contrario, es la presencia de Aralar, más cercano en términos espaciales (tanto izda-dcha como grado de nacionalismo) que EA y que, por supuesto al PNV. La opción salida es más familiar y más cercana, por tanto. Su iniciativa parlamentaria de denunciar la tortura puede acercarles aún más. Ahora bien, la "traición" por haber abandonado Batasuna hace unos años puede pesar, y mucho.