El festival de Eurovisión esconde patrones de comportamiento que van más allá del puro gusto (o disgusto) musical. Este año, con la aparición del rompedor Chiki Chiki, el festival ha hecho un poco más de revuelo entre las clases progres españolas, las que no acostumbran a seguir este tipo de programación televisiva, y quizás por ello la que escribe este post ha prestado un poco más de atención al acontecimiento en cuestión. Por defecto de profesión no he podido dejar de tomar algunas notas mentales sobre el festival, que me apetecía compartir con los ávidos lectores de La Moqueta.
1. El brikindance
Rodolfo Chikilicuatre hizo una adaptación de su canción que decepcionó a aquellos que le habíamos admirado por su inicial frikismo y lo que representaba a nivel de sátira del festival en si mismo. La aparición del hombre rodeado de seis o siete muchachas mostrando los jamones, y la armonización de la canción –que dejó de ser un reaggeton para ser una mezcla de pop y reaggeton- le hicieron perder mucho encanto. Me sorprende todavía que obtuviese los 16 puntos que sacó.
2. El maikelyakson
El inglés se impone cada vez más como lengua de composición en el Festival. Qué es lo que distingue al cantante de Russia y a la de Grecia? Casi nada, salvo que algunos cantan con algo más de acento que otros (por ejemplo, la chica Noruega). Las canciones, de hecho, son casi todas iguales: con unas letras incomprensibles (por lo absurdas que son), con unas melodías repetitivas y prácticamente indistinguibles las unas de las otras, con unas coreografias de lo más cursi, a base de luces, chicas florero, y saltos al más puro estilo “cheerleader”.
3.El cruzadito
Pero el machismo del festival parece que es algo más que un elemento implícito en las coreografías de las canciones y en la vestimenta de las cantantes. En el caso particular del locutor de Radio Televisión Española, que cubría la retransmission de TV1, su nivel de incorrectismo era insultante: mencionaba de forma repetitiva la belleza de algunas cantantes como factor a tener en cuenta en las votaciones (como la chica de Armenia), y también la belleza o no belleza de las presentadoras de otros países (comentarios como: “Anda, guapa, como te has puesto”, “Venga, dinos los resultados, con lo bella que eres”). Es increíble que nadie haya dicho nada al respecto, en un país donde parece que ahora somos de lo más igualitarios. En Estados Unidos a este hombre se le hubiese apartado del micrófono en el minuto dos de la retransmisión. La verdad es que yo tuve que quitar el volumen del televisor por no ponerme más que furiosa.
4.El contadó
Lo más emocionante del festival son las votaciones. Es muy interesante ver que en la mayoría de casos, la música es lo que menos cuenta a la hora de establecer las votaciones. Factores geográficos o políticos como “vecinaje” (como España y Portugal), “ex-colonia” (como las antigas repúblicas soviéticas con Russia), “sub-región económica y cultural” (como países escandinavos), “emisión-recepción de inmigrantes” (como Turquía y Alemania) parecen ser mucho más importantes. Ahora bien, pasan cosas muy sorprendentes como los Serbios votando a los Bosnios y a los Croatos, y viceversa, Montenegreo votando a Serbia en primer lugar…¿qué puede explicar esto último? Quizás el voto de los inmigrantes, no sé, pero es en todo caso bastante contraintuitivo. El hecho es que la victoria de Russia y Ucrania sobre Grecia pierde un poco de gracia si se tiene en cuenta que ambos países recibieron la mayoría de los votos de los países del Este, y que Grecia no tiene tantas ex-colonias recientes de las que poder sacar votos "fáciles".
Finalmente, algunos apuntes finales:
•Parece que los franceses son los únicos que se resisten a utilizar el inglés como lengua vehicular en el festival. De todos los presentadores locales, sólo el de París hablo en su lengua nativa –y la presentadora Serbia hizo la traducción simultánea al inglés.
•Las nuevas tecnologías parecen favorecer la participación ciudadana al festival. Casi 9 Miliones de espectadores han participado este año (según datos de Eurovision.tv), siendo ya mayor el número de SMS que el de llamadas telefónicas. En el gráfico siguiente podéis ver la evolución de la “participación desde 2004”).

•Y, a modo de clausura, pinchad aquí para ver los resultados de las votaciones finales de este año. Pinchad aquí para ver la versión original del Chiki Chiki, la auténtica, sin destilar.
· Ah, sí, y lo mejor de todo, la viñeta de Forges de ayer en El Pais:

1. El brikindance
Rodolfo Chikilicuatre hizo una adaptación de su canción que decepcionó a aquellos que le habíamos admirado por su inicial frikismo y lo que representaba a nivel de sátira del festival en si mismo. La aparición del hombre rodeado de seis o siete muchachas mostrando los jamones, y la armonización de la canción –que dejó de ser un reaggeton para ser una mezcla de pop y reaggeton- le hicieron perder mucho encanto. Me sorprende todavía que obtuviese los 16 puntos que sacó.
2. El maikelyakson
El inglés se impone cada vez más como lengua de composición en el Festival. Qué es lo que distingue al cantante de Russia y a la de Grecia? Casi nada, salvo que algunos cantan con algo más de acento que otros (por ejemplo, la chica Noruega). Las canciones, de hecho, son casi todas iguales: con unas letras incomprensibles (por lo absurdas que son), con unas melodías repetitivas y prácticamente indistinguibles las unas de las otras, con unas coreografias de lo más cursi, a base de luces, chicas florero, y saltos al más puro estilo “cheerleader”.
3.El cruzadito
Pero el machismo del festival parece que es algo más que un elemento implícito en las coreografías de las canciones y en la vestimenta de las cantantes. En el caso particular del locutor de Radio Televisión Española, que cubría la retransmission de TV1, su nivel de incorrectismo era insultante: mencionaba de forma repetitiva la belleza de algunas cantantes como factor a tener en cuenta en las votaciones (como la chica de Armenia), y también la belleza o no belleza de las presentadoras de otros países (comentarios como: “Anda, guapa, como te has puesto”, “Venga, dinos los resultados, con lo bella que eres”). Es increíble que nadie haya dicho nada al respecto, en un país donde parece que ahora somos de lo más igualitarios. En Estados Unidos a este hombre se le hubiese apartado del micrófono en el minuto dos de la retransmisión. La verdad es que yo tuve que quitar el volumen del televisor por no ponerme más que furiosa.
4.El contadó
Lo más emocionante del festival son las votaciones. Es muy interesante ver que en la mayoría de casos, la música es lo que menos cuenta a la hora de establecer las votaciones. Factores geográficos o políticos como “vecinaje” (como España y Portugal), “ex-colonia” (como las antigas repúblicas soviéticas con Russia), “sub-región económica y cultural” (como países escandinavos), “emisión-recepción de inmigrantes” (como Turquía y Alemania) parecen ser mucho más importantes. Ahora bien, pasan cosas muy sorprendentes como los Serbios votando a los Bosnios y a los Croatos, y viceversa, Montenegreo votando a Serbia en primer lugar…¿qué puede explicar esto último? Quizás el voto de los inmigrantes, no sé, pero es en todo caso bastante contraintuitivo. El hecho es que la victoria de Russia y Ucrania sobre Grecia pierde un poco de gracia si se tiene en cuenta que ambos países recibieron la mayoría de los votos de los países del Este, y que Grecia no tiene tantas ex-colonias recientes de las que poder sacar votos "fáciles".
Finalmente, algunos apuntes finales:
•Parece que los franceses son los únicos que se resisten a utilizar el inglés como lengua vehicular en el festival. De todos los presentadores locales, sólo el de París hablo en su lengua nativa –y la presentadora Serbia hizo la traducción simultánea al inglés.
•Las nuevas tecnologías parecen favorecer la participación ciudadana al festival. Casi 9 Miliones de espectadores han participado este año (según datos de Eurovision.tv), siendo ya mayor el número de SMS que el de llamadas telefónicas. En el gráfico siguiente podéis ver la evolución de la “participación desde 2004”).
•Y, a modo de clausura, pinchad aquí para ver los resultados de las votaciones finales de este año. Pinchad aquí para ver la versión original del Chiki Chiki, la auténtica, sin destilar.
· Ah, sí, y lo mejor de todo, la viñeta de Forges de ayer en El Pais:
Etiquetas: cine/tv, curiosidades, europa
Se mire como se mire, la Unión Europea vuelve a ser más rica que Estados Unidos.

Bendito sea el euro fuerte.
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