Si algo se puede decir sobre el caso Madeleine...
3 Ocurrencias Escrito por Laia Balcells el 12.9.07 a las 10:40.
Está llenando nuestros medios de comunicación, se nos está empapando de ello. Es demasiado. Dudaba sobre si cabía escribir algo en La Moqueta sobre el tema. Al final he decidido que Elvira Lindo, que sabe escribir mucho mejor que una servidora (por supuesto), había puesto muchos de mis pensamientos en su columna de El País de hoy. Así que aquí os la copio:
ELVIRA LINDO
El 'show'
En nuestro país la policía acaba dando con el paradero de los niños desaparecidos en la mayor parte de los casos. Nuestra mente, lógicamente, sólo recuerda los fracasos. En el rostro del padre del niño Yeremi no hay rastro de esperanza sino desesperación, no por desconfianza hacia la policía, a quien reiteradamente da las gracias con la voz del que está a punto de romperse, sino por la sospecha de que el que es capaz de robar un niño no tiene voluntad de devolverlo a no ser que negocie una recompensa. No es el caso. Los padres de Yeremi son gente humilde. No así el matrimonio McCann, protagonistas de un caso tan publicitado que medio mundo lo contempla como si se tratara de una serie televisiva en la que los guionistas, conscientes del creciente número de seguidores, anduvieran escatimando el desenlace para obtener un histórico récord de audiencia el día en que se desvele la identidad del asesino. El caso es raro, así lo percibe el ciudadano convertido en espectador, y los padres han contribuido enormemente a su rareza. Aunque todo comportamiento derivado de la desesperación sea comprensible no deja de perturbarnos la capacidad con que, en medio del desconsuelo, fueron capaces de montar todo un engranaje de merchandising en torno a la criatura. Páginas web, chapas con el rostro de Madeleine, peluches convertidos en símbolos, peregrinaciones al Vaticano, presencia televisiva diaria, recaudación de fondos, futbolistas solidarios, ministros y para rematar, con el último siniestro vuelco de la investigación, un abogado estrella destinado a conseguir que la pareja permanezca en Inglaterra si las cosas se ponen feas con esa policía hacia la que la prensa británica ha cultivado el consabido desprecio del país rico hacia el que considera inferior. Aunque nos cueste reconocerlo, concedemos un plus de confianza a una pareja de clase media, atractiva, profesional y con innumerables contactos. Llevan, ante el público, la vestimenta de los inocentes. Sin embargo, es probable que la desconfianza que provocan ahora estuviera latente desde el principio y está más relacionada con el excesivo montaje mediático que con la autoría del crimen. Aún admitiendo que cualquier suceso es carne de espectáculo hay algo chirriante: ¿no es excesivo que sean los padres los presentadores del show?
Mira, yo creo que Elvira en este artículo resulta algo frívola. Ante una tragedia como que te desaparezca una hija, hay diferentes formas de reaccionar. Todas ellas pueden ser interpretadas con malicia, incluida la reacción de los Mccain
Ellos optaron por hacer una campaña de busqueda(¿hay algo raro en ello?). Quisieron que la foto de su hija fuera vista por el máximo de gente posible (¿raro?). Y simplemente fueron eficaces en su campaña: En estos meses he estado en varios aeropuertos y gracias a la fantástica campaña de los McCain la foto de la niña estaba presente en mil sitios. Por ejemplo hace tres días la vi en el aeropuerto de Pisa y hace unas semanas en el de Gatwick. La promoción "look into my eyes" es perfecta: cualquiera puede facilmente reconocer a la niña si la ve que era el objetivo de la campaña.
Elvira cree que la campaña es un circo o un espectaculo... en fin, qué facil es juzgar. El circo es simplemente el subproducto inevitable de la extraordinaria campaña que están haciendo.
Por cierto, los "presentadores del Show" no son los padres sino sus compañeros de profesion de elvira... y quizás ella misma, como special guest.
No sé, Lluis, veo tu postura. El problema es que no se sabe hasta qué punto una campaña mediática de este tipo puede ser eficaz a la hora de encontrar a una niña desaparecida (porque, entre otras cosas, entorpece las tareas de la policía). El otro problema es la sombra de la sospecha (del crimen) que parece estar cayendo sobre los padres. Nosotros no podemos saber si son culpables o no, y como ciudadanos corrientes y espectadores creo que debemos siempre tomar la "presunción de inocencia" por dada y dejar a la policía actuar. Ahora bien, por qué ahora hay quien quiere hacernos creer ahora que la culpable es la policía portuguesa? Aix, no sé, pero tanto lío mediático creo que no beneficia a nadie...
Es terrible saber que fue un acto de EXORCISMO. Por tanto el caso, por la vía judicial-policial, jamás será resuelto.
Texto encontrado en internet donde denuncia el hecho:
"La niña, tras descubrísele trastornos psicológicos era sedada permanentemente por indicación médica, pero su caso empeoró
notablemente y sus padres, como católicos, resolvieron acudir a su asesor espiritual en su propio pueblo. El caso fue estudiado
exahustivamente por religiosos, hasta que se decidió practicarle un EXORCISMO.
Para evitar la justicia británica en caso de ocurrir alguna incidencia grave en ese rito. Planificaron realizarlo en un paraje turístico de
Portugal, en un sitio donde la mayoría de los visitantes son ingleses, cuestión que le permitiría pasar desapercibidos y además, lugar
estratégico por encontrarse a vuelo de pájaro.
Dos personas (no inglesas ni portuguesas), llegaron, luego que se instaló la familia en aquel lugar del Atlántico portugués, las que tuvieron a
cargo del rito religioso. Para ello, los padres deberían exponerse en un lugar público con amigos y conocidos a fin de no estar donde los
hechos iban a suceder, donde se preveía lo peor. La chica, según ellos, estaba absolutamente endemoniada.
Se urgió un plan con asesores especializados preparándose a los padres en la cuestión. que no son más que una mera imitación mediática
que usan los políticos. La enteresa con que los padres afrontan la situación, es la de su fe y del irremediable destino de su hijita. La
denuncia del secuestro, sería la fórmula y para ello era necesario la desaparición del cuerpo.
A sabiendas del bajo coste del presupuesto de la justicia portuguesa y el lerdo actuar de la policía tras la falsa denuncia. El cuerpo de la niña
y para no dejar vestigio de él, fue trasladado en un avión privado con vuelo hacia las islas británicas, a escasos minutos de viaje, enterrado
en algún lugar (supuestamente sagrado), posiblemente una iglesia católica.
Seguramente en este operativo, actuaron profesionales de servicios de inteligencia, que van a dificultar el rastro y harán imposible
encontrar el cuerpo.
De esta forma, la justicia portuguesa no sólo es burlada, sino puesta en ridículo, junto con los investigadores policiales.
El exorcismo es una práctica religiosa católica, que se lleva a cabo en el mayor de los secretos, sean cuales fueren sus consecuencias.
Las fuentes de esta información, a fin de resguardar el trabajo, la salud y vida de los informantes, no serán divulgadas..."