Recientemente, en un viaje a Miami, estuve hablando con una abogada local y me comentó el extravagante caso de los "agresores sexuales". Las leyes de Florida obligan a los acusados a no salir de su condado, y a permanecer a más de 800 metros de cualquier lugar donde se reunan niños, sean escuelas, parques o centros de día.
En el caso del condado de Miami-Dade, eso sólo deja la islita debajo de un puente que une a Miami con la isla de Miami Beach, de modo que decenas de hombres y jovenes viven hacinados en tiendas de campaña a la espera de juicio, que puede tardar un mínimo de varios meses y en ocasiones años. Además, no son raros los casos de jóvenes que tenían 18 cuando su novia tenía 17 y acabaron aquí debido a las estrictas leyes que impiden las relaciones con "menores".
Ante la tesitura, los hombres se han auto-organizado en forma comunitaria, eligiendo a un líder y estableciendo normas y reglamentos para subsistir en la islita.
Me comentaba mi amiga abogada que el año pasado, ante la llegada de tormentas tropicales, tuvieron que huir dado que la isla se estaba inundando. La policía, al revisar la zona a la mañana siguiente, observó que los hombres no estaban -bajo las aguas- y los llevó a juicio por no permanecer en la isla. El juez, obviamente, se llevó las manos a la cabeza lo kafkiano de la situación.
En el caso del condado de Miami-Dade, eso sólo deja la islita debajo de un puente que une a Miami con la isla de Miami Beach, de modo que decenas de hombres y jovenes viven hacinados en tiendas de campaña a la espera de juicio, que puede tardar un mínimo de varios meses y en ocasiones años. Además, no son raros los casos de jóvenes que tenían 18 cuando su novia tenía 17 y acabaron aquí debido a las estrictas leyes que impiden las relaciones con "menores".
Ante la tesitura, los hombres se han auto-organizado en forma comunitaria, eligiendo a un líder y estableciendo normas y reglamentos para subsistir en la islita.
Me comentaba mi amiga abogada que el año pasado, ante la llegada de tormentas tropicales, tuvieron que huir dado que la isla se estaba inundando. La policía, al revisar la zona a la mañana siguiente, observó que los hombres no estaban -bajo las aguas- y los llevó a juicio por no permanecer en la isla. El juez, obviamente, se llevó las manos a la cabeza lo kafkiano de la situación.
Etiquetas: amerika
Qué historia más curiosa. Allá va un "trackback manual":
http://www.iabogado.com/esp/blogcfm/1/2009/05/Consecuencias-imprevistas-vivir-debajo-de-un-puente.cfm
jjajajj
Cuando se junta la alta densidad de enfermos mentales violadores
+
legisladores que hacen leyes totalmente idiotas (¿por qué 800 metros y no 600 o 79.000?)
+
la estupidez general de la sociedad yanki,
tenemos como resultado noticias como éstas.
La verdad es que el tema sería un buen tema de tesis en ciencias sociales.
y nunca mejor dicho lo de kafkiano: esto que nos cuentas, Alex, es el reino del agrimensor...