Ayer fuimos a ver Vicky Cristina Barcelona en los cines Angelika, en el Village ($12 nos costó la broma, no entiendo por qué es tan caro el cine en esta ciudad). La película estuvo entretenida y tengo que reconocer que me provocó cierta morriña (me gustó ver las fotos de mi/nuestra ciudad, tan preciosa, tan luminosa, tan mediterránea), pero también me provocó algunos sentimientos de rabia e indignación.
A ver, para empezar, y creo que esto es un sentimiento compartido con muchos habitantes de Londres, donde Allen ha basado sus dos anteriores películas con Johansson (Match Point, Scoop): la ciudad que muestra la película parece una fantasia más que una realidad. ¿Alguien conoce a alguien que viva en una casa modernista en Pedralbes? ¿O que vaya a tomar café en el hotel Cala Fuster de Gracia? Yo almenos no (yo a veces voy con mis amigas al Buenas Migas, a media manzana, que hacen un menú de 3 euros para el desayuno). Pero bueno, de acuerdo, Allen no hace realismo cinematográfico y, si lo tomamos desde ahí, no debemos indignarnos; al fin y al cabo nos cuenta una historia muy fantasiosa, divertida, graciosa, pero nada más. Además, no vayán ustedes a creer que todos los catalanes y españoles son tan ultraliberales y bohemios, y snobs, como el personaje interpretado por Bardem.
Como cabía esperar, la película llega a indignar un poco por razones más políticas -quizás lo que ocurre es que en Cataluña nada puede no ser político, no sé. Por ejemplo, no se entiende que una de las protagonistas sea una estudiante de máster en "Catalan Identity" (por cierto, ¿existe algun máster con este nombre en algun lugar del mundo?) y que no sepa articular una frase en catalán, ni en castellano. Representa que la fantástica Vicky (interpretada por Rebeca Hall) va a la Biblioteca de Catalunya a leer libros para su tesis, pero, me pregunto: ¿en qué idioma lo hace? Luego la chica empieza a ir a clases de introducción al castellano en la aula de idiomas de la UB (en el hospital de Sant Pau) y, por supuesto, no se menciona en ningún momento que el idioma más adecuado para entender y estudiar la identidad catalana sea probablemente el catalán, no el spanish...en fin, lo que me ha hecho más gracia de todo es que hayan sido mis colegas de la universidad los que han resaltado este punto (y es que cualquiera que se dedique a la investigación social entiende la gravedad de la ilustración de Allen).
Otra cosa que crea cierta molestia es que el gobierno de la Generalitat y el ayuntamiento de Barcelona hayan dado tanto dinero para subvencionar una película en la que, a parte de poder poner a algunas estrellas de la farándula catalana (Joel Joan, Lloll Bertran, Abel Folch,...) como extras, se hace básicamente una propaganda exagerada de Barcelona como ciudad de turismo: ciudad de tapas, de arte, de música...Y es que está muy bien que queramos promocionar externalmente la ciudad, pero...¿y si de vez en cuando nos dedicáramos a promocionarla internamente? Quizás preferiríamos, los barceloninos/as (y los catalanes/as por extensión) que todo el dinero dado a la película de Allen hubiese ido a inversiones para el metro, cercanías, carril bici/bicing,...sitios donde realmente hace falta. El turismo parece el sector del mercado donde vamos más holgados: ¿hace falta invertir tanto más en ello? De hecho, quizás deberíamos empezar a desinvertir seriamente en ello. Desde hace ya algun tiempo, cada vez que vuelvo a Barcelona oigo a la gente quejarse del turismo desproporcionado que asola la ciudad, y que la estrangula. Un turismo que provoca una creciente sensación de estar viviendo en Eurodisney y no en una ciudad de verdad -donde la gente trabaja, cuida a sus hijos/as y abuelos/as, donde se tiene que hacer algo más que comer tapas y beber cerveza para sobrevivir.
Después de ver la película de Allen una se siente un poco impotente al ver que nuestras administraciones se preocupan de promocionar esta dimensión de la ciudad de forma un tanto exagerada. Cal? Potser no. Y es que al salir del cine oí a unas cuantas Vickys y a unos cuantos Bens decir cuánto más desean ir a Spain ahora...Ah, y es que, por otro lado, muchos ni se recabaron de que la Catalan identitity que estudiaba Vicky en Barcelona era la identity de los que viven y trabajan en Catalonia...los y las que han ayudado a pagar esta película, by the way (and wtf!).
A ver, para empezar, y creo que esto es un sentimiento compartido con muchos habitantes de Londres, donde Allen ha basado sus dos anteriores películas con Johansson (Match Point, Scoop): la ciudad que muestra la película parece una fantasia más que una realidad. ¿Alguien conoce a alguien que viva en una casa modernista en Pedralbes? ¿O que vaya a tomar café en el hotel Cala Fuster de Gracia? Yo almenos no (yo a veces voy con mis amigas al Buenas Migas, a media manzana, que hacen un menú de 3 euros para el desayuno). Pero bueno, de acuerdo, Allen no hace realismo cinematográfico y, si lo tomamos desde ahí, no debemos indignarnos; al fin y al cabo nos cuenta una historia muy fantasiosa, divertida, graciosa, pero nada más. Además, no vayán ustedes a creer que todos los catalanes y españoles son tan ultraliberales y bohemios, y snobs, como el personaje interpretado por Bardem.
Como cabía esperar, la película llega a indignar un poco por razones más políticas -quizás lo que ocurre es que en Cataluña nada puede no ser político, no sé. Por ejemplo, no se entiende que una de las protagonistas sea una estudiante de máster en "Catalan Identity" (por cierto, ¿existe algun máster con este nombre en algun lugar del mundo?) y que no sepa articular una frase en catalán, ni en castellano. Representa que la fantástica Vicky (interpretada por Rebeca Hall) va a la Biblioteca de Catalunya a leer libros para su tesis, pero, me pregunto: ¿en qué idioma lo hace? Luego la chica empieza a ir a clases de introducción al castellano en la aula de idiomas de la UB (en el hospital de Sant Pau) y, por supuesto, no se menciona en ningún momento que el idioma más adecuado para entender y estudiar la identidad catalana sea probablemente el catalán, no el spanish...en fin, lo que me ha hecho más gracia de todo es que hayan sido mis colegas de la universidad los que han resaltado este punto (y es que cualquiera que se dedique a la investigación social entiende la gravedad de la ilustración de Allen).
Otra cosa que crea cierta molestia es que el gobierno de la Generalitat y el ayuntamiento de Barcelona hayan dado tanto dinero para subvencionar una película en la que, a parte de poder poner a algunas estrellas de la farándula catalana (Joel Joan, Lloll Bertran, Abel Folch,...) como extras, se hace básicamente una propaganda exagerada de Barcelona como ciudad de turismo: ciudad de tapas, de arte, de música...Y es que está muy bien que queramos promocionar externalmente la ciudad, pero...¿y si de vez en cuando nos dedicáramos a promocionarla internamente? Quizás preferiríamos, los barceloninos/as (y los catalanes/as por extensión) que todo el dinero dado a la película de Allen hubiese ido a inversiones para el metro, cercanías, carril bici/bicing,...sitios donde realmente hace falta. El turismo parece el sector del mercado donde vamos más holgados: ¿hace falta invertir tanto más en ello? De hecho, quizás deberíamos empezar a desinvertir seriamente en ello. Desde hace ya algun tiempo, cada vez que vuelvo a Barcelona oigo a la gente quejarse del turismo desproporcionado que asola la ciudad, y que la estrangula. Un turismo que provoca una creciente sensación de estar viviendo en Eurodisney y no en una ciudad de verdad -donde la gente trabaja, cuida a sus hijos/as y abuelos/as, donde se tiene que hacer algo más que comer tapas y beber cerveza para sobrevivir.
Después de ver la película de Allen una se siente un poco impotente al ver que nuestras administraciones se preocupan de promocionar esta dimensión de la ciudad de forma un tanto exagerada. Cal? Potser no. Y es que al salir del cine oí a unas cuantas Vickys y a unos cuantos Bens decir cuánto más desean ir a Spain ahora...Ah, y es que, por otro lado, muchos ni se recabaron de que la Catalan identitity que estudiaba Vicky en Barcelona era la identity de los que viven y trabajan en Catalonia...los y las que han ayudado a pagar esta película, by the way (and wtf!).
Etiquetas: barcelona, cine/tv, política catalana
Bueno, el personaje interpretado por Bardem es asturiano de origen. A mi el conjunto del film me gustó, me pareció un muy vívido reflejo de los conflictos que los españoles en EEUU tenemos con los americanos en su propio país, su manera de interactuar, su falta de "drama" y desapasionamiento frente a nuestra inextirpable necesidad de hacerlo todo intenso. Obviamente está llena de clichés (En España la gente no suele salir los fines de semana a escuchar solos de guitarra española en jardines neoclásicos a la luz de la luna, aunque puede que Allen si lo hiciera; ni todo el mundo bebe vino todo el rato incluso para desayunar, aunque puede que Allen sí).
Es muy difícil capturar los detalles más íntimos de una sociedad que no es la tuya. Para un neoyorquino de toda la vidaeEs más fácil describir Manhattan que Londres o Barcelona. Y por supuesto los habitantes de estas últimas ciudades van a tener sensibilidades frustradas en algunos detalles por la descripción de Allen. Pero oye, menudo mérito tiene porque lo hace bastante bien, sin caer en demasiados tópicos y alcanzando cierta profundidad.
No soy nada fiel de las películas de Woody Allen, pero chapeau por esta. Consiguió lo que pretendía: ser simpática y divertida, encararnos en el espejo de lo absurdas que son nuestras relaciones de pareja muchas veces, y recrear una Barcelona particular, Alleniana, no demasiado alejada de la que acaban conociendo los yanks que llegan en crucero a nuestros puertos y buscan el alma que el cine inventa para ciudades como Nueva York, París o, ¿por qué no?, Barcelona.
If you think this is a caricature, you should also go see Mama Mia which depicts a Greek island. But then Hollywood (and Woody Allen is part of it), have never been accused of subtlety. And compared to politics, where living in Alaska makes you an expert on Russia, this is high level semiotics!
Woody Allen part of Hollywood!! Oh my god... y yo sin haberme dado cuenta! Chico, Allen será mejor o peor pero en Hollywood es y ha sido un apestado.
Tengo ganas de ver la peli, aunque vaya... tampoco Almodóvar consiguió un retrato fiel! A base de pelis quizás se equilibra la balanza.
De momento el más fiel fue Ken Loach en Tierra y Libertad (aunque con toda la polémica que eso llevó jjja ja!).
If you can see Russia wearing lipstick, it's a high level of semiotics, Stathis. :)
Please, no nos fastidien la pelicula, que en la globalización, ademas de las diferebcias horarias, las hay temporales y se estrena en el festival de Donostia la proxima semana. Viene Woody y supongo que BARDEM: OUR MAN IN HOLLYWWOOD ( con dos p...).Y claro nos quedamos sin Pe y sin Scarlett creo. Ya podría venir Woody a Bilbao a promocionarla. Cuantas peliculas de NY son incongruentes y ningún neoyorquino se queja. Si uno va a Barcelona a comprobar la politica lingüistica de la Generalitat esta perdido, no nos va a sacar el Rabal.Lo que hay que hacer es todo caso es estrenarla en catalan. Pero eso creo que esta "mu" chungo aunque Woody vaya de independiente.Cansados de turistas en Barcelona, por favor, Paris bien vale una misa.
Soy un bicho raro, he ido a tomar café y cóctel al Casa Fuster de Gracia. Efectivamente es un local immejorable aunque de precio desorbitado y calidad de cóctel baja.
En cuanto a la película, aquí llega el día 19. en cuanto a Urbinaga, comentarle que parece ser que se va a estrenar en catalán en buena parte de cines de Cataluña. Ya era hora que se aumente el 5-10% de cine en catalán,aunque yo la veré como mandan los cánones, en VOS.
Jo he anat a Casa Fuster (de fet, a confessar polítics i periodistes catalanistes) i és un local esplèndid. Els seients són incòmodes, això sí. No tan gros com Alaska, però sí més subtil ... Així tenim a la pobra Catalunya, que no aixeca el cap.
Yo de momento ya he hablado con cuatro gringos que en cuanto pueden van a visitar BCN después de ver la pinícula. Esta clase de publicidad hace maravillas con la película adecuada, en serio; es una inversión estupenda para muchas ciudades.
La peli me gustó mucho. Casi tanto como Tina Fey fingiendo ser de Alaska. Oh, Dios. Amo a Tina Fey.
Que hablen de nosotros, aunque sea bien, no eso lo que se dice???? Es como tener las olimpiadas y vivir de la fama 15 anyos.
Y como siempre, lo que deberian hacer es meter pasta, ademas de este tipo de cosas, en peliculas hechas alli, por gente de alli a ver si a base de probar llegan al resto del mundo.
Opiniones por aportar algo al debate y crear polemica si se puede:
-Traducir peliculas al catalan me parece un atraso como traducirlas al castellano a a cualquier idioma.
-Almodovar con Barcelona exagero como muchas veces, pero con volver la clava bien clava (sera lo que dice alex que lo mejor que uno describe es lo suyo).
-Allen, quiera o no, vive de ser "el" apestado de Holliwood, pero aunque sea eso, lo une a hollywood.
Saludos,
YO
No se si sabes que el personaje que interpreta Rebecca Hall, era en el guión una estudiante norteamericana de cocina al que las subvenciones de las instituciones catalanas reconvirtieron, del mismo modo que los ascendientes de Bardem tienen que ver con las subvenciones del Ayuntamiento de Oviedo y del Principado de Asturias. Al final, la historia del nacionalismo se confunde con la historia de las subvenciones.
Me asombra tu sorpresa por la del máster en identidad. Tal máster es que el sufrimos diariamente quienes no somos catalanes (aprovechando el anonimato ¡estoy hasta los cojones¡) . Es, sin duda, el que sufrió el propio Allen y creo que es una cuñita que les mete a sus patrocinadores (como algunas otras de la película) .
Cambiando de tercio (la referencia, aún en la distancia, a José Tomás es inevitable) ¿el Kalyvas que interviene en la moqueta es el de “The Logic of Massacres in Algeria”?
Saludos.
Que yo sepa es él. Ese Jombre. Fue profe de muchos moqueteros (y algunos, como un servidor, que se mueven por otros blogs).
(mamones, enviad tráfico!)