La Moqueta Verde


¿La crispación deprime la participación del centro?

Maravall vuelve al ruedo. Después de co-protagonizar con Miguel Ángel Rodríguez el especial sobre el debate Aznar-González emitido en la Sexta, hoy continua en el epicentro informativo con su entrevista en El País. (no se asusten esta vez el entrevistador es Joaquin Prieto y no Karmentxu Marin).

Prieto destaca de su cita con Maravall que “el PP crispa para que no voten los centristas”. En la moqueta ya hemos ido comentando estos últimos días que la gente de centro parece menos animada a votar que en la anterior convocatoria electoral. ¿se debe esto a la crispación? ¿beneficia esto al PP?

En primer lugar, debemos destacar que el PP se alimenta principalmente de votantes de centro. La mitad de su electorado proviene de los valores 5 y 6 de la escala ideológica. Esto sólo representa el 20 por ciento en el caso del PSOE. Desmovilizar al centro, pues, no siempre puede ser una buena idea para los populares. De hecho, hace unos meses comentábamos que el PP estaba perdiendo votantes de centro (pinchen para ver gráfico).

En segundo lugar, debemos tener en cuenta dos formas distintas de crispación. El politólogo Donald Stokes hace decadas distinguió entre dos tipos de conflictos politicos: los position issues y los valence issues. Los primeros se refieren a esos temas políticos en los que caben opiniones antagónicas (aborto, redistribución, etc) y los segundos esos temas en los que hay un consenso sobre su deseabilidad (empleo, buena gestión, corrupción). Por ejemplo, el famoso lema de inicios de los 90: paro, despilfarro y corrupción, era un buen ejemplo de crispación basada en valence issues. Se pretendía atacar al gobierno al margen de la ideología, con valores que todos los ciudadanos compartimos. En cambio la estrategia actual es centrar la crispación en position issues: familia, nacionalismo, religión. Las consecuencias políticas de estos mensajes dependen del posicionamiento ideológico del ciudadano: agotan al centro pero activan los extremos.

Una crispación basada en valence issues puede deprimir la participación de los votantes de centro pero al mismo tiempo desmoraliza al rival pues a nadie le satisface ver que su partido es un mal gestor o un corrupto. Sin embargo, la crispación basada en position issues tiene como efecto secundario irritar a la izquierda e incentivarlos a acudir a las urnas.

Aunque posiblemente sea un simple impulso por "matar al padre", la moqueta considera que crispar de este modo puede que no sea una estrategia tan “racional” para el Partido Popular.

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9 Respuestas a “¿La crispación deprime la participación del centro?”

  1. # Anonymous Anónimo

    Me parece un razonamiento muy correcto... Creo que la crispación ha sido un instrumento eficaz para mantener movilizada durante la legislatura al ala derecha de su electorado. De un tiempo a esta parte, el tono templado y las propuestas populistas [inmigración, delincuencia] se dirigen al centro.

    Aprovecho para invitaros a pasar por mi blog esta noche... Seguiré en directo, con comentarios, el Debate entre Zapatero y Rajoy. Un abrazo.  

  2. # Blogger Lluis

    Pues te seguimos!
    Creo que desde ADN.es también nos quieren hacer algo parecido en su página. Si es así estaremos pendientes de tus comentarios.  

  3. # Blogger Becario en Moncloa

    ¿La estrategia actual del PP en esta campaña se centra en atacar al PSOE centrándose en position issues? La verdad es que no estoy muy de acuerdo...

    Quizás durante esta legislatura sí ha sido así (con poco acierto, la verdad, en eso sí concuerdo contigo), pero durante esta campaña me da la sensación que su idea es justamente la contraria: centrar la oposición en - siguiendo la terminología que citas - valence issues, como la economía real (inflación, paro, impuestos...), la seguridad, la inmigración, el canon digital, etc.

    En el fondo, es cierto, es una campaña prácticamente calcada a las de 1993 o 1996. Incluso Rajoy este fin de semana volvía a recurrir al mito del 'despilfarro y el paro' (la corrupción se la dejó en casa, no vaya a ser que el viento cambie de dirección y se vuelva contra ellos).

    Si esto lo hubieran hecho durante toda la legislatura, quizás sí podrían haber desactivado parte del voto ideológico, pero en 15 o 30 días es difícil cambiar tendencias de fondo, y mucho menos después de haber crispado como han crispado, y de haber aumentado la desafección de los votantes de centro...  

  4. # Blogger Lluis

    claro, la crispación es una estrategia de legislatura.
    Entre 1993-96, el PP se basó en la de la mala gestión y la corrupción, en cambio estos años ha sido iglesia,familia y nación, entre otras. Claramente unos son valence, los otros positions. Y por ello las consecuencias de la crispación son distintas.

    Cierto que en campaña hay temas nuevos. Aún así, el viernes pudimos escuchar a un ministrable de economía (Pizarro) introducir cuestiones nacionalistas (lengua en cataluña y ANV) en un debate econonómico. Como dice álex ¡anbalibabol!  

  5. # Anonymous Anónimo

    Me parece que parte de una premisa falsa. Los temas que señala como crispadores (familia, iglesia , concepto de España), habian sido objeto de consenso entre las grandes fuerzas politicas desde la transicion, ha sido el gobierno de ZP el que los ha abierto. Otra cuestion sera la reacción del PP a las medidas del gobierno.
    Por lo tanto creo que ha sido el PSOE el principal interesado en abrir una brecha entre las dos españas.  

  6. # Blogger Alex Guerrero

    "Los temas [...] ha sido el gobierno de ZP el que los ha abierto"

    1) El concepto de España está en debate desde el siglo XIX por lo menos. El silencio impuesto por la dictadura no puede considerarse consenso. De hecho, desde 1980 venimos debatiendo qué queremos que sea este modelo autonómico que quiere pero no quiere ser federal.

    2) Ampliar derechos para fortalecer la familia, y la creación de familias, no me parece que vaya en contra de la familia. Tal vez lo que si va en contra de la familia es querer excluir a personas de esa institución por ese miedo atávico. Y no hay nada que me de más miedo que el miedo de los demás.

    3) La Iglesia hace política. Día sí, día también. Si es un actor político, debe aceptar que sus opciones no vayan a ser compartidas con otros. Las urnas, amigo anónimo, mandan sobre los altares.  

  7. # Anonymous Anónimo

    En este mismo blog se ha hablado muchas veces de la existencia de un sector de población llamado “izquierda desmovilizada”, que o vota izquierda o no va a votar. También se ha hablado de que en España la extrema derecha no es importante, lo que refleja que tampoco es relevante numéricamente.
    En el primer grupo es donde Zapatero quiere ganar terreno, pues considera que el centro, o esta asegurado, o no tiene suficiente importancia numérica. Y para ello lleva toda la legislatura haciendo política muy de izquierdas, rompiendo consensos y enfadando al PP. Y sobretodo, lleva estos últimos cuatro años asegurándose de que este enfado del PP, que es lógico, quede claro e incluso amplificado, y llegue a todos los votantes que pueda(especialmente a la izquierda desmovilizada)
    ¿Y todo esto porqué? Para hacer que el PP aparezca a los ojos de los españoles como un partido extremado, casi franquista, una fuerza de extrema derecha a la que es necesario detener. Y por eso llevamos cuatro años oyendo constantemente la palabra crispación y sus derivadas, para lograr esto. No es al PP al que le interesa aparecer ante la sociedad como una fuerza de derecha, de derecha extremada.  

  8. # Blogger Alex Guerrero

    Sin lugar a dudas la polarización beneficia el bipartidismo. En eso estoy totalmente de acuerdo contigo, anónimo  

  9. # Blogger Lluis

    ¡vaya anónimo! veo que eres un lector asíudo de la moqueta (gracias!)

    Tienes parte de razón en que Zapatero ha seguido una agenda claramente de izquierda, rompiendo con ello ciertos consensos. El caso más claro es el de la memoria historica. Hasta ahí bien.

    Pero el modelo de estado, se escapa de la lógica ideológica. Zapatero no "abrió el melón" para movilizar a la izquierda. Tampoco en el caso del terrorismo. Ambas cuestiones no parecen que formen parte de la estrategia que comentas.

    Finalmente, una cosa es pensar que el PSOE hizo políticas de izquierda para activar a su electorado. Incluso algunos podrían criticarle que no le importó ser radical y romper consensos con tal de consegirlo. Pero, me parece llevar el argumento demasiado lejos decir que estas políticas tenían la intención de acorralar al PP a la extrema derecha.  

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