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¿A quién beneficia el voto emigrante?

Los políticos americanos caen en (demasiadas) ocasiones en un método poco limpio para ganar las elecciones: rediseñar las fronteras de las circunscripciones electorales para asegurarse su re-elección. En la historia americana existen casos grotescos de circunscripciones con fronteras irregulares con el único fin de incluir las zonas afines al gobernante y excluir las zonas díscolas. Vean, por ejemplo, el mapa de un distrito de California en este link (pinchad). Esta práctica se conoce en la jerga política americana como gerrymandering, en honor al ex-gobernador de Massachusetts Elbridge Gerry, amante y practicante del rediseño de los distritos electorales con fines electorales.

Desafortunadamente para nuestros políticos, en España no existe este recurso tan tentador para ganar perezosamente las elecciones. Las circunscripciones españolas son sus provincias y al gozar éstas de protección constitucional dificultan sumamente la modificación de sus fronteras por criterios partidistas. Además el número de escaños que se asigna a cada una de ellas está regulado por ley orgánica y, en consecuencia, se requiere de una mayoría cualificada del parlamento para ser reformada. La necesidad de consensos impide que el gobierno de turno efectúe reformas que le beneficien.

Aún así, los partidos políticos españoles no siempre se resisten a la tentación de proponer iniciativas de reforma de la ley electoral que (obviamente) favorezcan sus intereses. Aunque éstas suelen proceder de IU, la gran damnificada por el actual sistema, la última propuesta de reforma proviene de las filas socialistas. Desde hace algunos meses el PSOE incluye en su paquete de medidas para esta legislatura la creación de un nuevo distrito electoral: la circunscripción número 53. Siguiendo el modelo italiano, esta nueva circunscripción incluiría a todos los ciudadanos de nacionalidad española que se encuentren residiendo en el extranjero. Actualmente, los votos de este electorado se reparten por las diferentes circunscripciones del país, teniendo en las elecciones generales un peso generalmente poco relevante.

Una controvertida reasignación de escaños

El principal problema de esta propuesta es cómo determinar el número de escaños que recibiría esta nueva circunscripción de españoles que residen en el exterior. Según la actual ley, si empadronáramos ficticiamente a los 1,2 millones de residentes en el extranjero en esta nueva provincia española, tendríamos como resultado una circunscripción electoral que contaría con la considerable cifra de 8 escaños. Es decir, los emigrantes en el exterior serían tan influyentes en el Congreso como las provincias de Vizcaya, La Coruña o Asturias. Sin duda, se trata de una representación muy elevada que podría generar muchos recelos entre los ciudadanos que residen en España, pagan allí sus impuestos y sufren en primera persona el gobierno de turno.

Es posible que si el PSOE concretara la propuesta acabara por reducir el número de escaños de esta nueva circunscripción. Pero si somos fieles a la actual ley, deberíamos asignar 8 escaños a esta nueva “provincia” a costa de las existentes para, así, mantener un Congreso de 350 diputados. En concreto, las circunscripciones perjudicadas que perderían un escaño serían las provincias de Valencia, Toledo, Murcia, Cádiz, Almería, Barcelona, Madrid y Baleares.

¿A qué partido beneficiaría electoralmente?

Una posible consecuencia señalada por algunos analistas políticos es que la reforma podría castigar especialmente a las fuerzas de implementación regional, pues el voto nacionalista en la circunscripción de residentes en el extranjero sólo alcanzaría en excepcionales ocasiones la barrera del 3 por ciento necesaria para entrar en el reparto de escaños. Aunque esto es cierto, de entre las provincias afectadas por la reforma sólo en Barcelona hay voto nacionalista susceptible de conseguir escaños. En la práctica, pues, la reforma sólo podría afectar como máximo en un escaño la representación nacionalista en el Congreso.

En realidad, esta reforma afectaría especialmente a la correlación de fuerzas entre PP y PSOE. Los emigrantes han mostrado siempre la “curiosa” tendencia de votar más por el partido que está en el gobierno. Esto ocurre incluso cuando el gobierno pierde las elecciones. Por ejemplo, aunque el PSOE perdió las elecciones de 1996, su voto entre los residentes extranjeros casi dobló al del PP. De forma similar, el PP mantuvo una ventaja de seis puntos porcentuales entre los residentes ausentes cuando éste perdió las elecciones en el 2004. Sin embargo, a pesar de la existencia de esta regularidad, el PSOE casi siempre ha mantenido una ventaja relativa entre este grupo. Felipe González obtenía mejores resultados entre los residentes extranjeros que entre los empadronados en España. En cambio, en el cénit del mandato de Aznar en el año 2000, el PP sólo cosechó una ventaja muy estrecha entre los residentes en el extranjero.

Así, los emigrantes parecen favorecer en términos relativos al PSOE pues los votos del exterior suelen amortiguar la derrota del PSOE cuando éste pierde las elecciones y ampliar su victoria cuando éste las gana. Este sesgo favorable al PSOE entre los españoles residentes en el extranjero tendría mayores consecuencias electorales si éstos contaran con una circunscripción propia. Una sencilla simulación sobre el reparto de escaños en esta hipotética circunscripción número 53 nos deja claro que el PSOE obtendría casi siempre resultados muy favorables para sus intereses. Por ejemplo, en estas últimas elecciones el PSOE obtendría 6 nuevos diputados y, en cambio, el PP sólo 2. Incluso en momentos bajos para los socialistas como en las elecciones del 2000, éste empataría en escaños con el PP (4 ambos partidos).

Para ver más claramente los beneficios que esta reforma electoral supondrían para los socialistas, podemos hacer una simulación de los resultados electorales de las elecciones del pasado 9 de marzo si esta reforma hubiese estado vigente. Los resultados serían los siguientes: por un lado, el PSOE perdería 1 escaño en las provincias de: Madrid, Almería, Toledo y Valencia, pero ganaría 6 nuevos escaños en la nueva circunscripción. Por otro lado, el PP perdería 1 escaño en: Baleares, Barcelona, Cádiz y Murcia y sólo recuperaría 2 escaños entre los votantes emigrantes. En suma, esta reforma permitiría al PSOE mejorar sus resultados en dos diputados (pasando de sus actuales 169 escaños a 171) a costa del PP (que pasaría de 154 a 152). El resto de formaciones políticas mantendrían los mismos diputados que en la actualidad.

Las simulaciones parecen confirmar que la propuesta del PSOE sobre la nueva circunscripción número 53 no es imparcial en términos electorales. Está claro que esta propuesta se puede justificar con el argumento de que beneficiaría la integración y la visibilidad de este colectivo (y por ende su participación, por ahora más bien escasa). Pero las reformas electorales casi nunca son neutras: siempre hay vencedores y vencidos. Y lo más probable es que esta reforma tuviera en la mayoría de las ocasiones un sesgo favorable al PSOE. Ante estos datos es de esperar que el grupo socialista tenga serias dificultades para encontrar los aliados necesarios para llevar a cabo la reforma.

Escrito en: La polémica del voto emigrante -Si, minstro (ADN.es)

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2 Respuestas a “¿A quién beneficia el voto emigrante?”

  1. # Blogger Alex Guerrero

    "Consciente de la importancia capital de Álava (y del ayuntamiento de Vitoria, gobernado actualmente por el PP) para el avance o la frustración del proyecto soberanista, su grupo parlamentario, en coalición con Eusko Alkartasuna, ha iniciado, por si acaso, los pasos para aplicar una perversa y conocida estratagema geopolítica: proponer una reforma de la Ley electoral a las Juntas Generales (la asamblea parlamentaria) del Territorio Histórico que, potenciando el peso relativo de las zonas rurales frente a la capital alavesa, le permita conquistar la Diputación foral[21]. Un ejemplo palmario de gerrymandering que ya fue propuesto en vísperas de las últimas elecciones municipales y que, pese al rechazo de las Juntas Generales alavesas, proseguirá su camino en los próximos meses, como parte de la maquinaria de “socialización” del plan[22]."

    Fuente  

  2. # Anonymous Anónimo

    muy interesante, lluis!! imagino que en la moncloa ya habrán hecho las simulaciones (del derecho y del revés) antes de hacer la propuesta de ley!!

    qué tal el viaje?  

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