El fomento de la participación electoral de los emigrantes. El caso dominicano
6 Ocurrencias Escrito por Lluis el 5.11.07 a las 00:00.
Xurxo, nuestro periodista favorito, publicaba en su blog personal Seré tu Accidente la siguiente foto:
Este evento forma parte de la campaña internacional efectuada por la junta electoral para fomentar el voto del exterior en las elecciones presidenciales del próximo año.Fomentar la participación es un esfuerzo estimable, pero mis dudas aparecen cuando la participación que se promociona es la de los emigrantes. La experiencia gallega nos enseña que el voto exterior es fácilmente manipulable por el gobierno de turno. Su voto no se fundamenta en su experiencia personal sino en otras fuentes, algunas de dudosa objetividad; lean un ejemplo reciente. Un responsable de la organización dominicana Participacion Ciudadana, Ramón Tejada Holguín, comentaba otra potencial fuente de manipulación del voto de correo en la página de la organización: "El voto en el exterior es muy delicado, porque normalmente el voto en el extranjero se hace en los consulados o las embajadas, y los cónsules y embajadores casi siempre son personas nombradas por el gobierno".
Pero en todo caso, ¡que disfruten hoy los votantes dominicanos en la Riviera!
Etiquetas: politica
Lluis,
Si la democracia nació del "no taxation without representation", yo creo que habría que defender también que "no representation without taxation".
Es decir, que no tiene ningún sentido que una persona que vive en Argentina o en otro país (permanentemente), no paga impuestos en España, y tampoco disfruta/padece los servicios públicos que se financian con esos impuestos, más que ocasionalmente como turista, tenga derecho a influir sobre quién gobierna en el país, en una comunidad autónoma o en un ayuntamiento y quién decide, por tanto, como se administran esos fondos públicos a los que no contribuye y de los que no se beneficia.
Así, según tu argumento, Josu, los residentes no ciudadanos en España, que pagan impuestos y sufren/padecen los servicios públicos... deberían poder votar aquí. (?)
Es una conclusión muy gruesa, llena de problemas, dado que la democracia actual ata el voto a la nacionalidad, no a ser pagador de impuestos. De otro modo, los que no pagan impuestos no deberían poder votar. Y viva la democracia censitaria! :)
(Es broma, pero hoy me levanté demagogo)
Estoy de acuerdo contigo Josu. Se me ocurre que quizás la nacionalidad no es suficiente, debería acreditarse también residencia en el país en los últimos años. Y como la residencia implica pagar impuestos obligatoriamente (al menos los indirectos via consumo -iva), se mantiene el principio de josu: "no representation without taxation".
... claro que, siendo fiel a este principio... la mayoría de los moqueteros no deberíamos votar! Tomo nota.
En efecto, no veo ningún problema en que un inmigrante (estable) vote en las elecciones. Lo hacemos ya en las municipales, con los comunitarios, pero la lógica se extiende perfectamente a los no comunitarios, y a las demás elecciones.
Queda la duda, quizá, para las elecciones más "políticas" (las generales), porque ciertas decisiones de esos gobiernos, relativas a política exterior, o precisamente a inmigración, o nacionalidad, puede considerarse que deberían estar sólo en manos de los "nacionales".
¿Pero para elegir alcalde o presidente de comunidad autónoma, para gestionar sanidad, educación, alcantarillas, carreteras y trenes? ¿Qué tiene que ver la nacionalidad?
Respecto a los moqueteros: sois, en general, "emigrantes temporales". No creo que debiérais perder el voto hasta que pase un número prudencial de años fuera (5? 10?)
a mi no me importaria votar en CT, la verdad, donde soy residente temporal y pago mis impuestos (ahora, tener que votar a Hillary, esto seria mas duro...)
una cosa. si realmente la relacion taxation - representation no es tan perfecta, por que seguimos confiando en los modelos que hablan del "votante mediano" (como el "pagador de impuestos mediano")??
Los modelos de votante mediano fallan siempre estrepitosamente, cuando se trata de estimar, por ejemplo, qué incentivo "irresistible" ejercería, supeustamente, el votante mediano sobre los políticos. Y pasa especialmente así en la política tributaria.
Observación:
En los países con más desigualdad (ejemplo típico: Latinoamérica), el votante mediano tendería a ser pobre y a querer tipos impositivos altos y mucha redistribución (para corregir la desigualdad). Al menos en democracia! Y observamos lo opuesto: tipos bajos y desigualdad creciente.