Sobre el papel de la religion en la sociedad actual (II parte)
2 Ocurrencias Escrito por alvaro el 30.10.06 a las 15:31.Volviendo sobre nuestro reciente debate a proposito del papel de la religion en la vida moderna, sobre las relaciones entre religion y politica y sobre los retos planteados de cara al futuro, El Pais pubica hoy una interesante entrevista con el filosofo italiano Paolo Flores D'Arcais de lectura obligada. Me baje la misma en pdf e intentado "linquear" el archivo a este post, pero en vista de mi fracaso al menos seguir el link directo al formato digital de la entrevista. Me ha parecido de sumo interes, a ver que os parece a vosotros.
gracias por la recomendación. se leerá cuando tenga un minuto. petons
Desde su fundación la Iglesia ha luchado por no estar condicionada por el poder secular, por no integrarse a él, como pretendían los arrianos y lograron más tarde los protestantes a través del cisma. Lo cual no quita que en períodos de corrupción el Papado se preocupase más de cuestiones temporales que de las espirituales. Ahora bien, disputarle las funciones públicas al césar -actitud propia de las teocracias "strictu sensu"- es anticristiano desde que Jesús dictaminó al respecto. La Católica pretende una influencia espiritual sobre el mundo, una tutela de las consciencias y no de los cuerpos. El laicismo quiere aunarlas ambas bajo una misma potestad, opción que curiosamente se asemeja mucho a la teocrática, si no estuviera suavizada por un pluralismo político y social que se echa de menos cada vez con mayor frecuencia.
Este hombre, Flores d'Arcais, nos tiene por idiotas. Habla de Hugo Grocio y le atribuye una frase que, es cierto, resultó algo chocante en su momento, pero que no significa más que esto: aunque Dios no existiera, y me permito añadir que incluso si su revelación faltase, nosotros continuaríamos teniendo una mayor o menor noción innata de justicia inscrita en los caracteres universales de la lógica (el sentido común, la racionalidad, la "imagen de Dios" que conservamos tras la caída, llamadlo como queráis). Esto es, pese a situarnos en el horizonte nihilista de que no hubiera recompensas eternas en el ultramundo, habría verdades eternas en nuestro mundo perecedero que, como tales, podrían regular nuestra conducta individual y colectiva. Pues bien, agarraos, porque a continuación Flores arremete contra el iusnaturalismo, del que Grocio fue uno de los máximos fundadores modernos. ¿Y acaso resultó Grocio un precursor también del relativismo, cosa que se insinúa de forma descarada? Es delirante pensarlo siquiera, y no pasaría de anécdota si no viniese de un reconocido académico de la filosofía y del rotativo más leído de la prensa española. Tomad nota de todas las que os cuelan.