Durante la guerra mundial millones de balas alcanzaron su objetivo. Los ingenieros idearon los proyectiles más violentos, más potentes y de más largo alcance. Per ninguno lo tuvo mayor ni fue más decisivo para la historia reciente que ese tren que cargado con los más peligrosos y más decididos revolucionarios del siglo y procedente de la frontera suiza, atraviesa silbando toda Alemania, para llegar a San Petersburgo y alli hacer que el orden de la época salte a pedazos.
Stefan Zweig
(trad. B.V.Mahou)
me encanta. podrias postearlo en ANTOLOGICS? gracias
El señor de las cervezas también traducía a Stefan Zweig? (por cierto, cada vez que leo cosas suyas me dan ganas de seguir sus pasos... suicidas)
Es superbonito el texto, Lluís.